Sombras © [En Edición]

Capítulo 25

• Enfrentamiento •

Mis párpados se sentían demasiado pesados, como si estuviera en un sueño profundo pero a la vez atenta a todo lo que sucedía a mí alrededor. Todo mi cuerpo dolía, no sabría explicar de qué forma, pero me sentía rota, como si no fuera yo misma.

Caminaba y caminada por toda aquella oscuridad, completamente sola y de un momento a otro el rostro de mi sobra apareció delante de mí, estaba llorando, gritaba de dolor y mi cabeza absorbía todo ese sufrimiento, estaba a punto de explotar. Más y más lágrimas de un color negro caían de sus ojos mientras yo me desvanecía. La sensación más horrible y dolorosa que he sentido jamás.

Sus manos se dirigían hacia mí con urgencia mientras algo la absorbía. ¿Qué tipo de sueño era este?

De un salto me desperté, me encontraba confusa y ese sentimiento amentó aún más mi intranquilidad cuando vi las caras largas de las personas que me rodeaban. Jacob, Maxwell y Jasmine reflejaban una latente preocupación en sus rostros.

¿Acaso nos vamos a morir o qué onda?

Creo que no es momento para bromas.

- ¿Te encuentras bien? - Jacob se aproxima a mí pero yo retrocedo como puedo sobre la cama, apretando las sábanas con mis manos. En esta misma cama habíamos estado juntos y me convertí en la persona más feliz del mundo. Quien me iba a decir que una hora después me iba a romper de esta forma.

El dolor de la decepción era muy pesado de cargar y me sentía como una auténtica mierda por hacerlo pasar por esto, pero ¿Qué hay de mí? ¿Qué pasó con mis sentimientos cuando me di cuenta de que he estado enamorada de prácticamente otra persona? Me mintió desde siempre, y eso era algo muy difícil de perdonar, no sé si algún día pueda volver a mirarlo a la cara sin sentir algo que tuviera que ver con todo esto que siento ahora.

Pero él no tenía por qué cargar con toda la culpa porque todos me habían visto la cara de idiota, simplemente no quería ver a ninguno de los tres, quería marcharme a casa, abrazar a mis padres y a mi oso de felpa gigante para así poder llorar y desahogarme con todas las fuerzas que tenía, prepararlos para todo lo que se nos venía encima porque estaba cien por ciento segura que todo esto solo era la antesala de algo enormemente oscuro que nos acechaba. Ahora mismo tenía más ganas que nunca de continuar con mi vida lejos de todo y de todos.

Intenté ponerme de pie, no fue nada fácil, ellos se debatían internamente en si venir a ayudarme o dejarme hacerlo sola y agradecí que solo se quedaran a mirar. El mundo me daba vueltas, me sentía muy débil. ¿Todo esto tenía que ver con su muerte?

Tenía que ser. No le encontraba otra explicación al estado tan deplorable en el que me encontraba.

Respiraba y trataba de controlar las náuseas, me repetía una y mil veces a mí misma que era fuerte, que era una maldita guerrera aunque no me lo creyera del todo, realmente era una cobarde de manual. Conseguí ponerme de pie y dar primero un paso, luego otro, hasta quedar cara a cara con el espero que estaba en la pared de aquella habitación.