Capítulo 22

258 18 0
                                    

• Todo cambia de un momento a otro •

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Todo cambia de un momento a otro

Amalla

Estar junto a Jay era sano y renovador, mi cuerpo se sentía relajado a un nivel máximo y la felicidad se reusaba a irse de mí. Incluso dormir esa noche a su lado se sintió como si me hubiese tomado un pomo completo de Melatonina y pude...

¡Coño tía que exagerada eres!

A ver pero ¿A tí quién te preguntó? ¿Acaso no puedes por una vez en tu maldita vida no meterte en lo que no te importa?

¿Qué dices? ¡Pero claro que me importa! ¿Acaso no escuchas la cantidad de basura que hablar por segundo? Es realmente impresionante y preocupante. Además, soy tu conciencia, recuerda. ¡Me estás dejando en ridículo!

¡Pero serás! ¡Aich! Mejor cállate, por favor.

Vale vale, ahí te ves.

Como iba diciendo, dormir junto a él y poder pasar tiempo solos ha sido algo a lo que realmente podría volverme adicta. Sus ojos color miel estaban a centímetros de los míos, no pude evitar observarlo detalladamente, es realmente hermoso, sonreí como una tonta al imaginarme 20 millones de cosas que podíamos hacer juntos después de esto que había sucedido. Él me devolvió la sonrisa mostrando sus pequeños hoyuelos y besó con ternura la punta de mi nariz. ¡Me voy a morir de la ternura!

- Buenas tardes - su voz ronca acarició mis oídos. ¿Buenas tardes? Me quedé atónita ¿Qué hora era?

¿Y qué más da?

Un olor delicioso a panqueques provocó que mi estómago rugiera con fuerza.

¿Me ha traído el desayuno? ¡Awww!

Pero eso podía esperar, solo quería abrazarlo un poco más. No me importaba estar completamente desnuda, me aproximé mucho más a su cuerpo y puse mi cabeza sobre su pecho. Éste se volvería mi lugar favorito, el sitio donde podría descansar y desahogarme; dejaba de vez en cuando pequeños besos, provocando que su corazón latiera muy rápido, tanto que ni tan siquiera daba tiempo a contar sus pulsaciones, latía igual de rápido que el mío. Podría jurar que llegaba a ser tan relajante como lo era una canción para un bebé.

- Me gusta el sonido de tu corazón, me calma. - en su rostro se plasmó una sonrisa, fresca y llena de ternura.

- Éste corazón solamente late por tí. - me dijo sin más, provocando que mi mirada buscara la suya de una forma desesperada. Me habría gustado darme cuenta desde mucho antes de sus sentimientos hacia mí, habría vivido todas estas sensaciones mucho antes, solo que estabas preocupada por mi miedo que por mis propios sentimientos. Fue inevitable que surgiera una duda en mi cabeza, solo que no sabía exactamente cómo preguntarle.

Sombras © [En Edición]Where stories live. Discover now