Capítulo 20

517 26 0
                                    

No hay nada en este mundo, que sea más fuerte y más peligroso que nosotros mismos, nuestro lado más oscuro...

No hay nada en este mundo, que sea más fuerte y más peligroso que nosotros mismos, nuestro lado más oscuro

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Marcas

Maxwell

Todo estaba oscuro a mi alrededor, la espesura de las sombras que me rodeaban la podía tocar incluso con mis propias manos. Llevaba este castigo sobre mis hombros por demasiado tiempo, es muy pesado cargar con todo ese dolor, ese sufrimiento humano, algo que si era liberado podría fácilmente destruirlos a todos. No es que me importara de sobremanera, pero no me parecía justo que por errores que habíamos cometido nosotros mismos y algunos otros, pagaran todos por igual.

En el poco tiempo que he estado en este pueblo, pude darme cuenta que no todas las personas son iguales, no todas las personas cargan con maldad, con prepotencia, con envidia, todo lo contrario. He podido ver y disfrutar como muchos se alegran por la felicidad de los otros que les importan, incluso de los que no conocen; no podemos poner a todos en el mismo puesto, simplemente eso.

Pero algo muy extraño está pasando, se están liberando, todas esas sombras están saliendo a la luz y no sé por cuanto tiempo más logre contenerlo.

- No tenías por qué hacerlo… no debiste hacerlo…

Mis pasos se detuvieron en seco cuando escuché algo parecido a un susurro. Miré a mi alrededor buscando esa voz que sentía que ya conocía de alguna parte, pero no sabía exactamente de dónde. Una brisa helada me recorrió el cuerpo y provocó que mi piel se erizara. Tuve que encogerme de hombros y meter mis manos en el bolsillo de mi pantalón para tratar de calentarlas; pero de pronto, todo cambió.

Algo comenzó a tomar forma delante de mí, no estaba seguro de que era, lo único que podía afirmar es que no podía ser algo bueno. Una enorme montaña de sombras comenzó a crecer a medida que iba saliendo de mí todo eso que llevaba como castigo, todo ese sufrimiento y ese rencor. Unos ojos rojos terroríficos aparecieron ante mí después de unos segundos, una figura inquietante y delgada, con extremidades alargadas y con afiladas garras se hizo ver, dejándome en completo shock.

Mis ojos se abrieron de par en par, eso era lo que más temía, lo que no podía por ninguna razón dejar escapar; eso, era mi sombra, la peor parte de mí, todo lo que cargué este tiempo se trasformó en esto, un ser peligroso e inquebrantable. Tenía en estos momentos delante a otro yo.

No lo voy a negar, sentí miedo. Cuando lo vi aproximarse hacia mí, con esos pesados pasos pero sin hacer el más mínimo sonido, inconscientemente mi cuerpo retrocedió con unos torpes traspiés. Mi posición en estos momentos era de un total asombro y mis facciones reflejaban terror.

Sombras © [En Edición]Where stories live. Discover now