Sombras © [En Edición]

Capítulo 9

🖤Capítulo dedicado a: AshReadingbooks7 🖤
Todo el cariño del mundo para tí, muchas gracias por darme tu apoyo incondicional y leerte las discusiones sin sentido de Malla y su conciencia 😂🍁🌟

• El juego •

Jasmine y yo llegamos a mi casa empapadas por la lluvia torrencial que estaba cayendo. Por supuesto, dejamos tirado a Jacob en el instituto y tuvimos que tomar el bus, yo no podía detener aún algunas lágrimas y me sentía triste, muy triste. No quería que me viera así en estas condiciones o comenzaría a hacer preguntas que no puedo responder, no porque no quiera, sino porque no tengo la respuesta.

¿Nunca les ha pasado que se quedan mirando a un punto fijo y no tienen ni puta idea de que hacer con sus vida?

Bueno, así estoy yo...

En estos momentos no sería bueno para mí tenerlo cerca. Jasmine me observaba y trataba de darme apoyo, pero yo solo quería darme un baño y despejar mi cabeza, una ducha caliente siempre me ayudaba a sacar los fantasmas de adentro. Llegamos a mi habitación y sacamos todo lo que había dentro de las mochilas para ponerlo a secar, al menos los móviles habían sobrevivido, lo demás me importaba poco. Mis cuadernos estaban empapados y en sus páginas se habían esparcido los colores de todos mis marcadores, era un desastre.

No sé que te vas a hacer para pasar el semestre sin esos apuntes.

"Toma nota, salir con una sombrilla para la próxima aventura".

Anotado.

Estoy segura que si me exprimían, con el agua que sacarían de mí se podría erradicar la sequía en África. Pero una voz conocida interrumpe mis... estúpidos pensamientos, por así decirlo.

- Malla. - yo la miré, tenía su mirada azulada clavada en mí y cara de espanto, ya yo sabía lo que me iba a decir. - tú, estás enamorada de Jacob hasta las trancas, lo sabes ¿verdad?.

Vale, no, no era eso lo que me imaginé que iba a decir. Pensé que se iba a poner a llorar porque sus cuadernos se empaparon y tampoco entendía nada en sus apuntes, al parecer ya maduró. Pero, como si toda el agua que tenía encima fuera poca, otro valde de agua fría me heló la sangre. La miré a los ojos, un poco perdida y consternada.

¿Estaba enamorada de mi mejor amigo?

Esa pregunta comenzó a dar vueltas en mi cabeza.

- Yo... - comencé a hablar pero no supe que más decir, me quedé totalmente en blanco. Ella lo notó y decidió continuar.

- ¿Acaso estás tan ciega como para no darte cuenta?

Silencio. Un silecio de esos de cementerio que te ponen la piel de gallina. Yo ya no sabía que más podía decir en mi defensa.