CAPÍTULO 1

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Si hace un par de semanas le hubieran dicho a Alma que iba a estar parada en frente del mismísimo Lionel Andrés Messi Cuccittini, probablemente se les habría reído en la cara. ¿Por qué pasaría eso? Ella era una chica completamente ajena a su ambiente y cero conocida por las personas y él...bueno, él era Messi.

Lo quería desde que era chica, desde que había visto por primera vez un mundial en el 2010, desde que había llorado por primera vez por un partido de fútbol cuando la copa que tanto habían deseado todos los argentinos, se le había escapado de sus manos en la final del 2014. Ahora estaba mirándola con una sonrisa y diciéndole algo que ella no había escuchado por culpa del shock.

—Eu, ¿te sentí' bien? —le preguntó el capitán de la selección argentina—. Está' pálida.

Se sentía más que bien: hacía tres semanas, su mejor amigo le había insistido para que se anotara a un concurso que estaba haciendo la selección. Faltaba poco para el mundial y dos personas iban a tener la posibilidad de viajar con la scaloneta a Qatar y quedarse con ellos hasta que terminara su participación, con estadía en la Universidad y las comidas incluidas. Básicamente era un concurso donde el ganador o la ganadora y un acompañante, iban a disfrutar de la experiencia de acompañar a los jugadores en su sueño por la tercer estrella. Alma no tenía muchas ganas de participar porque estaba convencida de dos cosas:

La primera, no iba a ganar probablemente.

La segunda, si lo hacía, no lograría estar más de cinco minutos sin desmayarse cada vez que estuviera al lado de Messi. Ni siquiera pasaba por su cabeza que podría hablarle.

Alejo, su mejor amigo, la había anotado en el concurso sin contarle y cuando llegó con la noticia de que había ganado, la convenció de que esta oportunidad única, le podía servir para el trabajo que tenía que entregar en la facultad. La temática del trabajo era libre pero tenía que ser un ensayo de veinte a treinta páginas y Alma no tenía ni la menor idea sobre qué escribir. "Capaz que en el viaje se te ocurre alguna idea copada o elegís algo relacionado con el deporte. Podés hacerles preguntas a los jugadores" le había dicho el amigo. Ella no sabía cómo podía ser capaz de entablar una mínima conversación con algún jugador si ni siquiera podía decirle 'hola' a Messi sin que le temblara la voz.

—Sisi, estoy perfecta —le contestó con una sonrisa tímida. Empezó a rascarse el dorso de su mano, algo que solía hacer inconscientemente, cada vez que se ponía nerviosa—. Gracias por preocuparte. Es realmente un placer conocerte.

—Lo mismo digo. —El diez era todavía más simpático en persona—. Estuve hablando con Scaloni y como hoy solo voy a ver el entrenamiento, me ofrecí a mostrarte la' cosa'.

Alma se había enterado que era la ganadora del concurso hace tan solo un día y los organizadores, querían que antes de viajar a Qatar con la selección, fuera a presenciar un entrenamiento de ellos en el predio de la AFA. La idea era que los jugadores mínimamente la conocieran y supieran su nombre antes de viajar. Aunque probablemente, no iba a pasar mucho tiempo con ellos ni tampoco dormir en un una habitación tan cercana a las suyas. Estaba convencida de que la Universidad a la que irían era inmensa y por ende, tanto ella como Alejo, compartirían una habitación en la otra punta del lugar. Completamente alejados de los jugadores.

Todavía no comprendía a quién se le había podido ocurrir la idea de hacer un concurso para toda la Argentina que tenía como premio un viaje a Qatar para ver el mundial, junto con el grupo de hombres que iban a representar al país en la competencia. Tampoco se quejaba porque sabía que iba a ser una experiencia nueva, diferente, única e inolvidable (esperaba que no se la pudiera olvidar por ser increíble y no por ser una mierda) de la cual iba a poder nutrirse ella y con suerte, a su trabajo para la facultad.

Un mundial diferente | Lautaro MartínezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora