09: Fukai

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IX

Delirante oír la música que a medida que el tiempo pasa se profundiza más y más dentro del desolado y oscuro vacío de la lejanía que separa al par de cuerpos que con deseo se desviven por hacerse lucir siendo así intérpretes de la sala. La gloria del silencio donde da paso a respiraciones las cuales se intercambian entre besos delicados, lentos, cuidadosos, distintivos si ha de compararse con la última vez que sus cuerpos se han pegado piel con piel.

No se sabía con exactitud si se trataba del amor sentido que lentamente comenzó a florecer, o si más bien, era el deseo que impulsaba ambos cuerpos cuales no dejaban perder un segundo de su extensa trayectoria para separarse. En la mirada de Manabu se halla el ardor mismo de un corazón en llamas, sus ojos oscuros que siguen a la silueta con intensidad provocan en Yoshiki una ardiente sensación sobre su morena piel, siente curiosidad por sus hostiles ojos cuando lo toma salvajemente del rostro con ambas manos. Sus labios rojizos y boquiabiertos, sumisos, como si esperaran devorar el gran triunfo tras tantos años de búsqueda ¡Y por piedad de Dios!, su mirada se encuentra estancada sobre los ojos de su amante que con desespero aún sostiene su precioso rostro entre las manos; quería indagar en lo profundo de sus clisos lúgubres y misteriosos cual océano de mística escondida.

La luz cálida se dedicaba a iluminar tenuemente la habitación mientras las cortinas de terciopelo bordo danzaban bajo la brisa que se hacía introducir entre el medio de ambos cuerpos hirvientes, así dándole paso a la luz lunar que ansiaba bañarlos de su calidez.
Se escabullen en la habitación con pasos lentos y aproximados el uno al otro, la adoración en sus caricias que admiran a un Manabu hirviente de amor y de ansiedad ante tal deseo de ser tocado. Suspira fuerte contra los labios del hermoso hombre que le mira con delicadeza una vez que ambos cayeron sobre la comodidad del futón, y, bajo el amor del arte innato que en sus venas corre deseó dejar inmóvil el cuerpo más robusto para dedicarse totalmente a él. Un hecho llamativo para el joven cuya espalda está decorada por la preciosa lycoris fue la dulzura en la voz del joven de ojos muy rasgados cada vez que este se dedicaba a suspirar bajo el aliento de sus labios; consecuentemente, se detuvo pocos segundos para admirar lo perfecto que eran sus expresiones.

Yoshiki percibió cierta mirada de súplica en los ojos de Manabu. Y aquello, le encendía el alma de su inmoral naturaleza sádica.

─Ansío devorar cruelmente la esencia que en ti perdura, de tal manera que serás nada más que el viejo polvo de aquello que alguna vez fuiste. Ansío beber de tu fragilidad hasta que tú seas yo, y yo sea tú, en un mismo cuerpo ─murmuró Manabu recitando su obsesión sin quitarle los ojos de encima a su adversario.

En su lugar, Yoshiki acarició la piel del joven que aún se halla sobre él, sus manos doblaron su pantalón para escabullirse bajo el oscuro sastrero. Se dedicó a reírse fuertemente tras escuchar la confesión buscando el cambio rotundo en la expresión del chico que anteriormente se hizo escuchar claramente, aún más fuerte que el mismísimo eco.
─¿Y qué esperas para hacerlo? ─Yoshiki muestra una media sonrisa, haciendo que el corazón de Manabu impulse sus latidos con furia.

Tres segundos bastaron para que el corazón del yakuza se desmorone entre fuego y cenizas que calientan su pecho para atraer a su compañero en un casto beso. Cuando las ropas se despojaron del cuerpo de ambos la admiración consentida se luce con pureza bajo caricias y el cómplice sentimiento que se transmitían bajo el silencio por sus miradas que con tan solo encontrarse podían entender ampliamente aquello que ambos querían, entendían y necesitaban. Sus piernas se enredan entre sí como si fueran un rosedal que triste crece en desamparo en un desolado jardín. Sus cuerpos se vuelven casi el mismo a medida que encajan con el otro sin esfuerzo alguno uniendo la misma realidad en la que se encuentran mediante incontables de besos que alían sus sentimientos.

Cielo y TierraWhere stories live. Discover now