Cursed Door (Doors X y/n)

capitulo 17

Título: Chains

Palabras: 4300 palabras

Narración: Tercera persona

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– R-Re...

– Su mirada aterrada hacia aquel peli negro decía todo, Reiden bajo la mirada en silencio, notando la sangre que salía de su propio cuerpo–

– Una de las personas de allí noto la sangre en su mano, lugar donde anteriormente estaba una herida abierta, pero... ya no estaba–

– Se había curado de la nada al tener contacto con la sangre, todos notaron eso, claro que lo hicieron

– ¡Su sangre! Es curativa

– ¿Sabes que es lo que más me gusta del circo?

– Esa voz lo desconcertó por completo, mirando hacia su lado y notando a una niña albina de ojos dorados, tan hermosos como ella misma–

– Otro recuerdo... Fue lo primero que pensó al ver el lugar donde estaban, un campo lleno de rosas rojas, la niña volteo a verlo y le sonrio de manera dulce–

– Lo que más me gusta es estar contigo, tú eres tan amable conmigo, más que los demás

– Las mejillas de la chica se pusieron rojas, aunque su sonrisa poco a poco se desvaneció, volviéndose en una mueca triste

– Ellos no quieren que esté cerca de ti, quieren hacerte olvidar por completo, no lo permitas, no confíes en ellos de nuevo, van a eliminarme si confias en ellos

– Lo agarro de los hombros con fuerza, ese sueño se torno más oscuro, el ambiente era más tenso, más tétrico–

– No podía hablar ni moverse, solo podía mirarla en silencio, ¿Quién era ella realmente? Casi siempre la veía en sueños, pero jamás habían tenido contacto físico–

– Encontraré la manera de volver, de salvarte de ellos, de protegerte

– ¿Quién eres realmente? Solo te veo en los sueños...

– Su voz logro salir de su boca, la albina lo miro en silencio, con una mirada sorprendida pero realmente melancólica a la vez–

– Así que borraron todos tus recuerdos de mi...

– ¿A-ah?

– Es momento de despertar, solo dile a William que quieres verme, el te dirá lo que debes hacer

– ¿Wi-?

– De golpe todo oscureció por unos instantes, todo quedó en un silencio, la figura de la albina comenzó a brillar un poco, sin embargo se desvaneció al igual que lo demás–

D E S P I E R T A

– ¡Mierda!

– Se sentó en la arena mientras tallaba sus ojos con fuerza, la luz del sol iluminaba todo a su paso, incluyéndolo–

– Sentado en algunos metros lejos del mar el estaba, con la mirada baja llena de molestia pero a la vez de tristeza–

– ¿Qué fue... Eso?

– Dio un largo suspiró antes de levantarse y mirar el mar, no quería rendirse, seguía sin perder esa pizca de esperanza–

– Sabía que la razón de su desmayo era por el cansancio de su cuerpo, pero no le importaba lo suficiente, realmente quería hacerlo–