𝗥𝗲𝗯𝗲𝗹𝗱𝗲𝘀 𝗱𝗲𝗹 𝗗𝗲𝘀𝘁𝗶𝗻𝗼

𝑬𝑿𝑻𝑹𝑨 𝑫𝒆𝒏𝒌𝒊 "𝑪𝒓𝒖𝒆𝒍 𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒚"

Denki desde niño le gustaba el tema de los destinados, siempre había escuchado maravillas de ellos. Cuando escucho por primera vez el término quedó impresionado ¿Cómo era posible que existiera una persona hecha para ti que te complementara al 100?

Así que desde muy temprana edad, soñaba con tener la dicha de conocer a su otra mitad, aunque las cosas nunca salen como uno quiere...

Todo sucedió cuando cumplió 15 años, para ese momento el sabía que era Omega y le encantaba serlo. Era un Omega de personalidad alegre y sonrisa brillante, con un rostro como de muñeca como un Omega debe de tener y fina figura.

Ese día salió tarde de la preparatoria, había estado terminando unos trabajos que tenía que entregar para el día de mañana así que ni sintió cuando ya estaba atardeciendo.

—¿Enserio te irás solo, ya es muy tarde deja que te acompañemos?— le decía unos de sus amigos Alfa, pero Denki no quería dar molestías

—No te preocupes Ren, no es tan tarde, además mi casa no está lejos así que no te preocupes— contestó el rubio —Te prometo mandarte mensaje cuando llegue así que mejor ya vamonos—

—Bueno está bien, vete con cuidado cualquier cosa avisame— suspiro rendido su amigo para después despedirse de el.

Kaminari empezó a caminar hacia su casa, iba pensando en los pendientes que tenía cuando a su nariz llegó un aroma tan delicioso a ciruela que hizo que su mente se pusiera en blanco y su lobo se pusiera alerta.

Al poner atención se dio cuenta que ese olor venia de la persona que venía enfrente de el, y que esa persona también se habia detenido; cuando se volteo ¡Oh por dios! Su corazón lo sabía, era su destinado.

Su aroma se empezó a intensificar más y con ello el del Alfa que tenía enfrente, que sin darse cuenta había entrado en celo; no supo cómo pero cuando medio reacciono estába en los brazos de aquel Alfa llendo a quien sabe dónde pero no lo importaba, no podía no estar más feliz, así que solo comenzo a ronronear y a restregar su mejilla por el pecho del Alfa desconocido.

En otro momento de lucidez vio que ya estában en otro lugar, parecía un departamento y enfrente de el está el Alfa viéndolo como si de una presa se tratara, esa mirada solo hizo su cuerpo se estremeciera y empezará a pedir a gritos que lo tomara.

—Alfa, por favor— suplico el Omega, y ni bien dicho eso el alfa se abalanzó hacia el besándolo con rudeza; el rubio solo sentía como sus sentidos estaban al tope.

Era su primera vez, pero no le importaba ya que su primera experiencia sería con su destinado, entonces no habría problema si al final terminarían juntos.

Estuvieron así tres días enteros, lo hicieron una y otra vez, el alfa le dejo marcas en todos lados, lo beso, chupo y mordió por toda la extensión de su piel como si necesitará hacerlo; y lo anudo infinidad de veces llenándolo por completo; pero nunca lo marco cosa que el Omega no le agrado pero pensó que sería después ¡Oh pobre iluso!

Cuando por fin despertó, le dolía absolutamente todo pero estába feliz porque sabía la razón por la cual había pasado eso, así que no le importaba. Cuando se disponía a levantarse, la puerta del cuarto se abrió dejando ver al Alfa que solo se le quedó mirando sin ninguna expresión.

—Por fin despertaste— le dijo el desconocido al Omega.

—H...hola, si apenas desperte— Kami estaba que se moría de los nervios por no saber cómo hablarle.

—Ya hablé con tus padres y vienen para acá por ti— contestó el alfa con un tono frío que hizo sentir mal al Omega.

—Cierto mis padres, han de estar muy preocupados ¿Cuánto tiempo fue?—