Remordimientos tardíos; Eldarya

La cara oculta pt.8

Había ido a la biblioteca, esperando poder verte aunque fuera de lejos.

Solías perderte tanto en tus lecturas que dejabas tu guardia baja, no te percatabas de que estabas siendo observaba. 

Me gustaban esos momentos, momentos en los que podía ver tu verdadera naturaleza.

Tan fragil. Tan brillante. Tan... perfecta.

Día con día me llevé una gran decepción al no encontrarte detrás de un libro.

Empezaba a sospechar que algo no estaba bien.

¿Habías cambiado tu rutina? ¿O acaso estabas pasando tiempo con alguien más?

Me dirigí a Ykhar, quién trabajaba diligentemente en su escritorio. Ella es tu amiga, no pierdo nada en preguntarle por tí.

Probablemente te dirá que pregunté por tí, lo cual me viene bien.

Quiero que sepas que estoy al pendiente de tí.

—Ykhar, ¿has visto a Eliksir?—Le pregunté a la brownie, quién se sobresaltó al oír mi voz y cerró de golpe el libro que estaba leyendo.

—¿Eliksir? E-Está ayudando en la tienda de Purriry—Respondió Ykhar evitando mi mirada con un obvio nerviosismo.

Oh, así que está escondiendo algo... era tan transparente.

—¿Te sientes bien Ykhar?—Cuestioné poniendo una expresión confundida ante su comportamiento anormal.

No me importaba su estado, solo quería averiguar si estaba ocultando algo sobre tí. 

—¿Y-Yo? C-Claro que sí, bueno, eso creo, normal—Era claro que algo le molestaba, no había que ser muy listo para notarlo, pero ¿El qué?—Leiftan, tú-... tú te preocupas por Eliksir, ¿cierto?

Justo el nombre que quería oír. 

—Por supuesto, ¿Le pasó algo?—Pregunté con repentina intriga.

—Es que... no, no debería de decir esto, pero Eliksir te aprecia y además te preocupas por ella... no, no podré sola... sí, es mejor que hable—Ykhar empezó a divagar, pero lo único en que podía pensar es que habías dicho que me aprecias. 

¡Me aprecias!

Por el momento, me es suficiente tener tu aprecio, pero quiero mucho más. 

—Sé que sonará extraño, pero creo que algo malo está acechando a Eliksir—Soltó la brownie en un tono consternado. 

—¿Que quieres decir?

—He estado investigando y... sé que es imposible, sigo pensando que es imposible, pero tengo razones para creer que está siendo perseguida por-...—Ykhar volteó a ambos lados asegurandose de que no hubiera nadie cerca y entonces dijo en voz baja:—Un daemon.

—¿Qué?—Fingí estupor al oír la confesión de Ykhar, pero por dentro me mantuve indiferente. 

—Eliksir tuvo una pesadilla donde apareció esto, ella misma lo hizo—La brownie me mostró un dibujo donde se mostraba una enorme silueta alada completamente negra a excepción de las intoxicantes orbes verdes.—No se parece a ningún faerie que haya visto antes, pero las alas, los cuernos... y esos ojos, solo puede ser una de esas criaturas. 

—Se supone que todos murieron en el Sacrificio Azul—Dije con la mirada fija aún en aquel dibujo. 

—Puede que no todos—En eso tenía razón Ykhar, yo era la viva prueba de eso.

—¿No crees que estás exagerando? Puede que simplemente se trate de un mal sueño—Sugerí con una expresión pensativa. 

Lo mejor es hacer que se olvide de su teoría, no ha de ser muy difícil. Ykhar es bastante manipulable.

—Eso pensé al principio, pero Eliksir me ha dicho que esta criatura ha continuado apareciendo en sus sueños—Explicó la brownie.—Y los únicos con el poder de influenciar sueños son dos: los sucubos y esos seres.

Maldición, ya es tarde para disuadirla. Tendré que cambiar de estrategia. 

 —¿Se lo has dicho a alguien más?

—No, si otros se enteran la desterrarían o incluso... la desmembrarían por haber sido "corrompida"—Yo asentí con la cabeza al recordar a aquellos desafortunados que falsamente habían sido acusados de ser corrompidos por un daemon y terminaron siendo torturados hasta morir. Cortesía de Yonuki Kaze. 

Es bueno que me haya desecho de él, aunque nunca le hubiera permitido ponerte un dedo encima.

—¿Por qué me lo has dicho a mí?—Le pregunté sin poder evitar mi curiosidad.

—Tú mismo dijiste que te preocupas por ella, es por eso que decidí decirte—Contestó Ykhar bajando la mirada avergonzada.—Eliksir es una buena persona, no me gustaría que le pasaran más desgracias... ya ha sufrido mucho.

—Te entiendo y te ayudaré en todo lo que pueda—Le aseguré a la brownie mostrandole una sonrisa comprensiva. 

Por dentro, me regocije por la suerte que había tenido de que Ykhar me confiara esto.

Me vendrá bien tener a Ykhar cerca, suele tener una boca floja... así podré aprender mucho más de tí.

Y a pesar de que Ykhar sea demasiado ansiosa, tiene conocimientos que podrían serme de ayuda más adelante.