[ X V I ] ¿Misión cumplida?

112 11 1
                                    

¿Alguna vez se habían adentro tanto al océano que ya no podían distinguir donde terminaba el horizonte y empezaba el cielo?

Estábamos en medio del océano, solo faltaría una ola lo suficientemente grande para voltear la barca y adiós vida. Era aterrador.

Al menos Elliot no se veía asustado, al contrario, estaba lleno de energía. 

—¡Rom! ¡Rom!—Elliot caminó hasta Chrome y lo jaló del pantalón.

—Tch, ¿Qué es lo que quiere el bicho?—Preguntó el chico con disgusto ante la repentina cercanía del kappa.

—Está intentando decir tu nombre—Aclaré intentando no sonreír ante lo adorable que era el pequeño.—Y es algo irrespetuoso llamarlo bicho, Elliot es un faerie al igual que tu.

—Mi nombre es Chrome, bicho—Llevabamos solo unas horas de navegación, pero hasta ahora, Chrome se había mostrado muy grosero con Elliot y conmigo. No sabía si esa era su personalidad o si había hecho algo para caerle mal.

—Ven Elliot, es hora de la merienda—Tomé al kappa en brazos y entré a la cabina donde había una pequeña cocina. Saqué un paquete de kukumis acuosos y empecé a preparar la papilla.

Este viaje no estaba llendo como lo había pensado. Creí que sería una oportunidad de hacer un nuevo amigo, pero Chrome no era nada receptivo. 

Tal vez él también odia a los humanos... aunque Karenn me dijo que era majo.

¿Que puedo hacer para que el viaje sea ameno para los dos?

—¡Ohhhhhh!—Me sobresalté al oír un grito de Chrome, por lo que salí corriendo a la cubierta.

Chrome estaba mirando algo a través de un catalejo.

—¡Mira esto Eliksir!—El chico le hizo señales para que me acercara y entonces me pasó el catalejo. Miré por la lente y noté que a unos metros había un objeto brillante que flotaba sobre el agua.—¿Qué crees que sea?

—Ni idea—Respondí sin darle mucha importancia.

¿Solo por esto me había hablado? ¡Por momento creí que nos atacaban o nos ibamos a hundir!

—¡¿Vamos a ver?!—Propuso Chrome con los ojos brillando de curiosidad.

—Eh... no tengo problema—Enseguida el chico cambió el rumbo y fue hacia el objeto misterioso. No debería de quitarnos mucho tiempo de viaje, así que no importaba si echabamos un vistazo rápido. 

Una vez que estuvimos lo suficientemente cerca, nos asomamos al borde del barco y entonces vimos lo que era.

—Bah, solo es una botella mensajera—Chrome soltó un suspiro de decepción.—Pensé que sería un tesoro... que mala suerte.

Chrome volvió a la ruta y seguimos el viaje sin ninguna interrupción, hasta que...

—¡Oye, mira ahí!—Chrome apuntó a lo lejos dónde se la aleta de alguna criatura sobresalia del agua.—¿Que es esa cosa?

No tenía ni idea de lo que sería, pero su tamaño era algo intimidante.

—¿¿Nos acercamos a ver??—Propuso Chrome nuevamente lleno de curiosidad ante lo desconocido.

Su reacción era adorable así que no pude ocultar mi risa.

—¡Eh, ¿Que es tan gracioso?!—Cuestionó el chico frunciendo el ceño.

—Solo estaba pensando que eres muy curioso, es tierno—Comenté con diversión lo que provocó que Chrome se sonrojara.

—¡N-No soy tierno! ¡Soy un hombre lobo muy feroz!—Declaró el pequeño sacando a relucir sus "amenazantes" dientes.

Remordimientos tardíos; EldaryaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora