𝓤𝓷 𝓵𝓪𝓽𝓲𝓻 𝓮𝓷 𝓶𝓲 𝓲𝓷𝓽𝓮𝓻𝓲𝓸𝓻 ~ 𝓝𝓲𝓴𝓵𝓪𝓾𝓼 𝓜𝓲𝓴𝓪𝓮𝓵𝓼𝓸𝓷

𝓔𝓷𝓽𝓻𝓮 𝓵𝓪 𝓡𝓮𝓪𝓵𝓲𝓭𝓪𝓭 𝔂 𝓮𝓵 𝓢𝓾𝓮ñ𝓸

°°°♥°°°

Cuando recobré la conciencia, me encontraba en la sala de estar de la mansión de San Francisco.

- Ahí estas - dijo Maya, entrando en el lugar.

- ¿May? - pregunté sorprendida al verla.

- Es bueno verte - dijo, acercándose a mí con una sonrisa mientras me levantaba del suelo.

- ¿Por qué estoy aquí? ¿Y por qué estás tú aquí?

- No soy una experta, pero creo que estás pasando por una crisis nerviosa, estás sufriendo, así que tu mente te trajo a este lugar pacífico - explicó - Me halaga que pensaras en mí. Creí que tu lugar feliz sería al lado de Nik.

- Entonces, si estoy inconsciente, necesito despertar.

- Lo sé, estoy aquí contigo. Pelearás antes de que el vacío acabe con lo que empezó.

- Necesito despertar, o perderé a mi padre para siempre - dije preocupada, caminando por el lugar.

- ¿Te están tratando bien? - preguntó, llamando mi atención, pero no respondí. - Vamos, habla conmigo.

- Han sido amables conmigo. Aunque después de que moriste por mi culpa, tenía miedo de volver a confiar. Pero ahora...

- Tenías seguridad aquí conmigo - dijo seriamente.

- Te elegí, hasta te llevé conmigo...

- Pero los querías más a ellos y por eso morí. Es una vieja y triste historia. Los monstruos que te trataron como basura... son los monstruos que ahora amas - dijo, acercándose molesta a mí.

- No me estás ayudando, me estás deteniendo - dije, alejándome de ella. Ella trató de detenerme, tomándome del brazo, pero la arrojé hacia una pared mientras ella reía.

- No - dije, alejándome de ella. - No, no eres tú. Eres el vacío - dije, metiendo la mano en su pecho para arrancar su corazón. Después de unos segundos, por fin pude despertar y darme cuenta de que me encontraba en un lugar desconocido, atada en una silla. Inmediatamente hice un esfuerzo para liberarme. Cuando lo logré, caminé hasta la puerta para salir de ese lugar, pero estaba bloqueada por magia, así que busqué una salida por el lugar.

- Malgastas tu energía - dijo "Maya" apareciendo.

- Eres solo una visión, no puedes lastimarme - dije, alejándome de ella mientras reía.

- Aún no lo entiendes, ¿verdad? - dijo, tomando un cuchillo. - El vacío tiene mucho más poder del que te imaginas - añadió, enterrando el cuchillo en mi pecho.

- ¿Por qué haces esto? - pregunté, tratando de desenterrar el cuchillo, pero no tuve tiempo de reponerme, porque me empujó contra un muro.

- Solo quería protegerte y ahora morirás aquí - dijo, acercándose a mí con una mirada despiadada.

- No - repliqué, avanzando hacia ella, pero me atacó con magia, causándome un intenso dolor.

- Tú viste su violencia, su ira. Así son tu padre y Nik. Cometiste un grave error, Emily... te enamoraste de una farsa - afirmó, acorralándome.

- Tú no eres Maya, no mereces llevar su rostro - espeté, arrojándola lejos de mí. Sin embargo, volvió a acorralarme por el cuello.

- Es cierto, Maya era buena - dijo, azotándome nuevamente contra el muro. - Y yo... yo nunca fui bueno - agregó, con el rostro de Elijah apretando más el agarre del cuello. Pero segundos después, desapareció.

- Emily, ¿estás bien? - preguntó Freya, entrando en la habitación.

- ¿Nik rompió el tótem? - pregunte, aún en shock.

- Eso espero, pero no podemos esperar. Necesitas apuñalar al vacío - dijo Freya. - ¿Crees poder hacerlo?

- Hagámoslo - respondí, tomando la daga que me ofrecía.

Cuando entré donde se encontraba la oquedad, fui desarmada e inmediatamente arrojada al suelo por Inadu.

- Primero acabaré con tu cuerpo y luego con tu espíritu - dijo, empezando a romper mis huesos mientras yo intentaba alcanzar la daga. - Aunque tu espíritu está casi acabado, ¿verdad?

Freya entró y con magia le arrojó una daga, enterrándosela en el cuello. Mientras ella intentaba quitársela, yo tomé la otra daga y la arrojé al suelo con magia.

- Hazlo - dijo Inadu, viéndome con la daga levantada a la altura de su pecho. Así que comencé a apuñalarla varias veces sin control.

- Ya basta. Suficiente, ya murió - dijo Freya, alejándome del cuerpo. 

°°°♥°°°

Decidí ir al pantano mientras Freya revivía a mi padre. Necesitaba un descanso de todo lo sucedido. Cuando llegué a la antigua casa de Jackson, decidí sentarme a la orilla del pequeño muelle y observar la tranquilidad del río.

- Maya... nunca antes dije esto, pero necesito hacerlo ahora. Tú eres a quien debí amar, eso lo sé. Sé que debí hacer caso a lo que me decía el corazón en esos tiempos, debí quedarme contigo lejos de todo peligro, pero nunca pude renunciar a Nik y a los Mikaelson. Jamás podría alejarme. Él llegó a mi vida cuando estaba asustada y sola. Creo que realmente nunca supe cómo debía ser el amor real. Pero no quiero eso para Hope, desearía que ella te hubiera conocido más, ojalá lo hubiera hecho. En cuanto a mi padre... sé bien lo que es, creo que siempre lo supe, pero lo quiero a pesar de eso, y la verdad es que ahora también soy un monstruo. Todos hemos hecho cosas terribles, Maya, excepto Hope. Ella es inocente, pura, y me aseguraré de que siga así. Sé lo que debo hacer, solo debo tener el valor para hacerlo.