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El Lunes había despertado al oír el sonido de la alarma hacer eco por toda mi habitación y aunque quise seguir durmiendo porque las clases comenzaban a las siete y treinta me levanté, porque tenía que adelantar algo de comida para la tarde

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El Lunes había despertado al oír el sonido de la alarma hacer eco por toda mi habitación y aunque quise seguir durmiendo porque las clases comenzaban a las siete y treinta me levanté, porque tenía que adelantar algo de comida para la tarde.

Al ducharme y haberme lavado el cabello dos veces porque estaba grasoso y con partículas de arena busqué entre mi ropa algo para ponerme hasta que me decidí por un pantalón bota campana azul oscuro y un top manga corta lila con cuello redondo.

Adelanté algo de la comida antes de salir a la escuela mientras desayunaba porque odiaba no tener al menos un pedazo de pan en el estómago durante la jornada escolar.

Subí para lavarme los dientes y antes de bajar me apliqué protector solar debido al Sol que había estado más fuerte en los últimos días, también me apliqué algo de vaselina en los labios para hidratarlos y que no se resecaran.

Alisté mis cosas para la escuela y guardé las tareas que había echo por aparte para no tardarme buscándolas para después bajar colocándome mis lentes de Sol. Antes de salir me coloqué unos zapatos con tacon no tan alto y ancho dejando mis pantuflas junto a la puerta.

Salí con mis lentes de Sol puestos porque el Sol ya había comenzado a salir y caminé unas cuantas calles para esperar el autobús porque este no se detenía tan cerca de la mía.

Esperé algunos minutos a que el autobús llegara observando al rededor mientras me abrazaba a mí misma frotandome los brazos con mis manos para entrar en calor.

Cuando el autobús se detuvo frente a mí subí y una vez estuve en medio del pasillo comencé a buscar un asiento libre moviendo un poco la cabeza a los lados. Detuve mi mirada en el que estaba libre junto a Boris qué tenía la frente apoyada en la ventana.

Al estar a su lado me senté mientras me descolgaba la maleta y luego me ubiqué a su lado apoyandola sobre mis piernas.

—Buenos días simpatichnyy —saludó girando la cabeza en mi dirección arrugando la nariz para luego sonreír.

—Buenos días —saludé rodeando mi maleta con los brazos pegándola a mi pecho—. ¿Y Theo?

—A Potter lo lleva su padre a la escuela los Lunes —informó y yo asentí lentamente recostandome en el asiento—. Así que los Lunes te puedes sentar conmigo.

—De acuerdo. —Asentí una vez más con una pequeña sonrisa—. ¿No te da calor? Estás completamente vestido de negro.

—Creeme que otras cosas me dan más calor —Lo miré con los ojos abiertos al malpensar el sentido de su oración—. Un ejemplo, los saunas o cuando hace tanto Sol y no hay ni un poco de viento.

Bittersweet Tragedy // Boris PavlikovskyWhere stories live. Discover now