capítulo 12

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Ese día Elio no se aleja de la cama de Beth, él estaba ahí. En sus piernas dormía Ahvi y su mano estaba siendo tomada con fuerza por Maggie.

La noche pasa, a pesar del escándalo que el grupo genera; ninguno se mueve de la habitación.

Beth está tendida en la cama, sus ojos miran fijamente el techo y su pálido rostro parece el de una muñeca. Elio busca en su memoria cuál fue su reacción cuando encontró a su madre convertida en un caminante, pero la idea le revuelve el estómago.

Ahvi estaba ahí, tenía un palo ensangrentado en sus manos, la falda estaba rasguñada y en su lindo rostro no había emoción alguna. Su madre estaba amarrada a la mesa de la cocina mientras se transformaba en un horrible monstruo.

Ahora era diferente, Ahvi está en sus brazos con una expresión tranquila, duerme como si nada en el mundo pudiese preocuparla.

El día llega y con ello el regreso de Hershel, Rick y Glenn. También de un chico herido que parecen haber traído como rehén.

Elio observa como Hershel discute con Shane, el chico no se mueve ni un centímetro mientras los escucha discutir. Solo se mantiene ahí, justo al lado de Daryl y Carol.

─Dejame recordarte una cosa, Shane─todos se mantienen en silencio mientras el hombre mayor se aproxima al ex policía, parece estar a punto de salir fuego por sus ojos─, está es mi granja y no hemos hablado sobre lo que hiciste en mi granero. Además no te soporto, estás aquí porque Rick me lo pidió.

Apenas la charla acaba, Daryl sale de la casa y Carol empuja a Elio para que vaya tras él, en un intento de calmar las aguas que ella misma no pudo la noche anterior.

Daryl está ahí, su rostro está rojo por el enojo, parece contener lo que desea decir. Elio toma asiento en una roca y cierra los ojos, Daryl se sienta a su lado y escarba la tierra con una pequeña rama, parece querer ordenar sus pensamientos.

─ Ahvi nació cuando yo tenía once años, era pequeña, prematura─Daryl deja de hacer ruido y voltea a verlo─. Mi madre estaba drogada todo el tiempo y mi padre era un alcohólico retirado, un marine que no sirvió para nada en la guerra y fue herido al instante.

Elio se incorpora, deja su orgullo de lado para sentarse justo en frente de Daryl y golpear su hombro.

─¿Me vas a dar un sermón?

─No, tú no necesitas eso, pero me gusta creer que puedo decirte parte de mi pasado y que el tuyo está tan jodido que jamás podrás criticarme.

Entonces Daryl le sonríe, su mano pronto está en su cuello y lo empuja para un beso, Elio tira de su camisa y lo acerca más.

─No hagas de nuestra mierda un concurso.

Rick aparece a la distancia, Elio pone su mano entre el rostro ajeno y el suyo, Daryl refunfunea más no se opone.

Ambos se levantan y cuando Rick llega parece ser el fin del mundo, el grupo está fracturado.

El policía le explica a Daryl lo ocurrido con el rehén, como el hecho de que no pudieron dejarlo libre porque conocía de sobra la granja Greene, también como era obvio que deseaban apropiarse de la misma.

─¿Y por qué él?─Elio pregunta, Daryl sabe por su tono que el chico está molesto─Siempre es Daryl. "Daryl buscará a Sophia, él conoce mejor el bosque mejor que nadie". Daryl esto, Daryl lo otro.

Rick suspira y lo ignora, al menos hasta que Elio da un paso y choca contra él, Daryl es quien lo sostiene para que se detenga.

─No dejaré que lo uses para tu tortura, si no tienes los huevos para hacerlo, lo haré yo.

─No sabrías cómo, eres un niño y Daryl ya tiene experiencia.

Elio observa el rostro del arquero, sus ojeras, los golpes en su piel. Definitivamente no.

─Yo lo haré, no soy ningún niño.

Así es como Elio acaba sentado frente a un tipo desagradable, sus nudillos están ensangrentados por golpear y su rostro parece de piedra.

─Ya dime cuantos eran, de verdad quiero acabar con esto.

El chico niega con la cabeza y se retuerce en el suelo, está amarrado y asustado, Elio lo observa y vuelve a patearlo. Nada del cuento que el joven le vende, le parece real.

─Te he dicho todo lo que sé...

El pelirrojo rueda los ojos, se sienta frente a él y toma el cuchillo de su respectiva vaina. En los ojos ajenos el terror se ve claramente, Elio lo disfruta un poco en el fondo.

─Yo creo que no me has dicho nada─entonces el metal se entierra en la pierna del joven, el grito se escucha con total claridad y eso atrae a Daryl, quien hasta el momento se había mantenido fuera del granero─, no me has dicho nada aún, pero intentemos de nuevo. ¿Te parece bien?

Daryl está de pie en la puerta, enciende un cigarro y aprecia las siguientes tres horas de tortura, sin embargo Elio no le permite participar. 

Al final ambos salen en busca del grupo, Rick lo observa con cierto arrepentimiento, pero cuando Daryl le comunica la situación. El hecho de que es un grupo de treinta personas, armados hasta los dientes y que para nada son buenos con las mujeres. La decisión se toma por si sola.

─¿Qué hiciste?─Carol le pregunta, Elio baja la mirada hacia sus manos y las oculta con vergüenza, Daryl pone su mano en medio de su espalda como apoyo.

─Solo tuvieron una charla.

Dale siguió a Rick, ambos discutiendo por la decisión del líder. "Eliminar a las amenazas".

Lastima que el destino tenía cambios claros, un caminante pudo cambiar todo. Dale padeció en medio de lo que parecía ser un tranquilo paseo nocturno, y aunque todos estuvieron ahí para ayudar, ninguno pudo hacer nada.

Elio sostuvo su mano mientras Rick le daba un último disparo en la frente, dejando que aquel dulce y amable hombre descansara.

─Tuviste razón, no seria un buen mecánico, Dale...

El pelirrojo lo sabía, él no estaba en ese mundo para salvar o reparar nada. Su existencia era para aniquilar, acabar con todo aquello que fuera en contra de sus ideales.



THE MONSTERS Daryl DixonWhere stories live. Discover now