capítulo 16

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Daryl estaba seguro de que el apocalipsis sacaba lo peor de cada persona, según Elio; mostrar la cara verdadera de cada ser humano.

Hacia poco tiempo el bebé de Lori había nacido, la linda Judith tenía unos enormes ojos negros y una nariz pequeña, Daryl la había apodado "La destructora".

Luego de la muerte de Lori, todo se había salido de control. Rick parecía un fantasma, yendo de un lado a otro mientras que Hershel y Daryl tomaban el control temporal.

Ese día estaban acabando su almuerzo cuando Rick abrió la reja del comedor, su rostro estaba pálido y sudoroso. Desde el nacimiento de la bebé, el hombre no había descansado ni un instante. Aniquilaba a los caminantes que se atravesaban, como una especie de ira incontrolable que jamás podría calmar.

Glenn y Maggie, en cambio, decidieron salir en busca de provisiones. Alimentos para bebé y comida que pudiese servir para ellos.

El entrar a la prisión los había dejado agotados a todos, inclusive por un error acabaron perdiendo a T-Dog y a Carol, al menos eso creían.

Daryl fue quien se encargó de despejar el piso de abajo, la masacre generada por los caminantes lo seguía como un campo minado, todo era sangre y un asqueroso olor a podrido.

El cuerpo de T-Dog estaba ahí, confirmando sus dudas respecto a su muerte, tapando una puerta de metal pesado.

El arqueo elevó el cuchillo y abrió la puerta, Carol podía estar tranformada ahí dentro, pero no fue así. La pobre mujer estaba sentada en el suelo, un golpe en su cabeza le había generado una gran cantidad de sangre y desorientación. Daryl se encargó de llevarla al primer piso, dónde estaba despejado y seguro.

Lastima que aquella presunta paz duró menos de lo esperado, la llegada de una intrusa con una canasta roja fue suficiente para que todo acabará.

Michonne había llegado a la prisión luego de presenciar el secuestro de Maggie y Glenn, la mujer estaba dispuesta a guiarlos hasta el lugar, ¿la razón? Eso era desconocido.

Rick partió esa misma noche junto con Daryl y uno de los anteriores presos. El gobernador estaba jugando de forma excelente sus cartas.

Por otra parte, Elio era un verdadero desastre. Su cabello estaba largo y seco, en sus brazos había múltiples heridas ya cicatrizadas, al igual que un pequeño bebé.

La historia podía sonar chistosa, dependiendo de quien la contara. Para Clarise era una molestia, por ejemplo.

La pequeña criatura estaba en una mochila, dentro de un auto. Su presunta madre, quien estaba transformada en caminante, tenía una mordaza en la boca y los pies amarrados, seguramente lo hizo para proteger a la pequeña bebé.

Elio tomo la decisión de acabar con los caminantes que rodeaban el vehículo, Clarise solo se dedicó a ver y dejarle en claro que ella "no arriesgaría su vida por una máquina de pañales".

Poco después del rescate de la bebé, Elio y Clarise se unieron a un grupo, siendo ese su estado actual.

Correr de caminantes en un bosque con una pequeña masa rubia que lloraba por un cambio de pañal, brillante idea.

─Elio Colin Ford Clarke, hiciste que perdiera mi maldita motocicleta y ahora mi culo depende de qué tan rápido corras─los gritos de su hermana tampoco ayudaban mucho, pero si abría la boca sería para peor─. Calla a a esa mocosa de una vez.

─¡Eso intento, por un carajo!

Tyreese fue quien apareció detrás suyo, el hombre tomo su mochila para quitarle un peso de encima, permitiéndole al pelirrojo correr más rápido con la bebé en brazos. De alguna extraña forma consiguieron entrar a un edificio, entre escombros y caminantes Elio solo pudo preguntarse si podrían sobrevivir, ¿Ahvi estaría a salvó? ¿Daryl habría cuidado bien de ella?

Los gritos de las mujeres solo atraen más caminantes y Elio se maldice por no poder luchar, ¿cómo puede dar pelea con una bebé en brazos?

Tyreese patea a un caminante y Sasha acaba con él, Clarise pelea por su cuenta y se limita a hacer lo necesario.

Es entonces cuando una presencia extra llega, el pelirrojo voltea y jura nunca haber estado tan feliz antes. El sombrero de sheriff y el arma entre sus manos, está más alto y sus rasgos han madurado un poco, pero sigue siendo el mocoso roba hermanas. Carl Grimes.

El niño no se detiene a observarlo, pero los guía por los pasillos hasta llegar a un comedor, están en una prisión.

Cuando los encierra, Donna es dejada en el suelo, una mujer del grupo que Elio supuso moriría pronto.

Carl le apunta con el arma y Sasha lo interroga, un verdadero fastidio.

─¿Quien eres? ¿Cómo entraste?

La mujer no para y es Clarise quien la empuja para que cierre la boca, Elio las ignora y decide acercarse al pequeño.

El niño lo observa en silencio, extensos minutos pasan antes de que lo reconozca, entonces salta a sus brazos con cuidado de no aplastar a la bebé.

─Carajo, mocoso. Pensé que Rick se había hecho más pequeño.

El sombrero cae al suelo y Elio le acaricia el cabello, sacuendiendolo al final. Es entonces que el pequeño Grimes observa a la bebé en sus brazos.

─¿Tuviste un bebé?

─Nah, me lo trajo la cigüeña.

─Lamentamos interrumpir su extraña reunión, pero necesitamos saber...

─Los ayudaremos─El niño los interrumpe, acomodando el sombrero en su cabeza─. Pero primero lo primero.

─Nosotros nos encargamos de los nuestros.─Tyreese habla.

Carl le toca el hombro y Elio se levanta del suelo, Clarise lo sigue y ellos son los únicos que salen del comedor. El pelirrojo sonríe apenas la ve, ella está ahí con una mirada aterrada que desaparece cuando lo reconoce.

Elio deja al bebé en brazos de Carl y Beth salta a los suyos, ella llora y se aferra con tanta fuerza que le arranca un quejido.

─Daryl dijo que regresaste por mí, pensé que habías muerto...

─Nada puede matarme, tal vez si joderme un poco, pero no matarme.

La rubia lo golpea por la mala broma, pero sigue abrazándolo hasta que una pequeña voz se escucha a la lejanía. Elio se separa de Beth y estira sus brazos para que otra rubia llegue a ellos.

Ahvi está ahí, alta y rubia, no hay un solo rasguño en su cuerpo y Elio no puede creer que Dios lo ha escuchado por una vez. La tiene en su zona, entre sus brazos, ella está en casa con él.

THE MONSTERS Daryl DixonOnde histórias criam vida. Descubra agora