26

820 135 38
                                    

Facundo me miraba casi con pena

К сожалению, это изображение не соответствует нашим правилам. Чтобы продолжить публикацию, пожалуйста, удалите изображение или загрузите другое.

Facundo me miraba casi con pena.

Todavía ni siquiera le había contado a detalle lo que pasó, pero se ve que mi cara ya dejaba en claro que no había salido como lo esperaba.

—Ta, pero por lo menos no te rechazó —me dijo cuando le conté todo.

—No me rechazó pero tampoco me dijo nada que me sirviera para saber lo que siente. Es lo mismo.

Facu resopló.

—A veces sos asquerosamente negativo. Que no te haya dicho que no ya es algo re bueno, ahora vas a tener que prestar un poquito más de atención a ver si él te da alguna señal o algo.

—Yo no sirvo para eso, Facu. Soy un queso. ¿Cómo voy a saber si lo que hace es una señal o no? ¿Y si interpreto todo mal?

—Por eso te digo que vas a tener que prestar atención. Yo no sé nada de esto. Nunca me enamoré, nunca tuve novia ni estuve en esta situación, así que no me pidas que te de consejos porque claramente no van a ser los mejores.

Resoplé.

Facundo era el peor consejero amoroso del mundo. Tal vez tenía un punto en lo que decía; alguien sin experiencia no podía opinar, el problema acá es que yo tampoco la tenía, menos con un chico.

Así que esto se trataba de prueba y error. Esa fue la postura que tomé después de darle muchas vueltas al acertijo de Pablo.

Como en los juegos, cuando recién los empezás y en las primeras partidas te va horrible, pero después, a medida que vas adquiriendo experiencia, lo vas haciendo cada vez mejor. Eso es lo que yo pensaba hacer. Observar, analizar, cometer errores, sí, pero aprender de ellos y corregirlos.

Sí, yo sé. Todo eso es demasiado friki, supongo que es porque me junto demasiado con Facundo.

Uno suele resolver sus problemas con las herramientas que tiene. Eso es lo que siempre me dice mi madre. En mi caso, mis herramientas son los juegos. Algunos pueden pensar que son una tontería o una pérdida de tiempo, pero les sorprendería saber la cantidad de cosas que uno aprende cuando pasa horas y horas jugando a algo, porque todos los juegos implican pensar y analizar situaciones para resolverlas. En la vida pasa lo mismo.

Quizás yo aprendí a ver la vida como si fuera un juego infinito. A veces se gana, a veces se pierde, pero existen varias oportunidades para volver a empezar y superar los obstáculos.

Qué pensamiento más reflexivo, ¿no? Bueno, no sé qué espera la gente de un adolescente de dieciséis años. Yo creo que a veces nos piden demasiado.

Cuando tocó el último timbre de salida, Pablo pasó por al lado de mi mesa y me dejó una nota.

"Te espero esta tarde en mi casa para jugar un juego nuevo que descargué. Avisale a Facu. X"

—¿Y la X que significa? —preguntó Facundo mientras leía la nota conmigo.

—No tengo idea —respondí, un tanto desconcertado.

—Le podemos preguntar. O no, esperá... ¿Y si es una señal? ¡Hay que buscar en google!

—Sí, tenés razón.

Así que, mientras íbamos de camino a lo de Pablo, los dos nos pusimos a buscar "qué significaba la X al final de un mensaje".

Los dos resultados que aparecieron fueron bastante contradictorios. El primero decía que el XO era la abreviatura de besos y abrazos, pero en la nota de pablo no había un XO, era una equis sola. El segundo resultado decía que si alguien te dejaba una X al final de un mensaje era señal de que no tenía interés en vos. Así que, al final, terminamos más confundidos que antes.

—Le vas a tener que preguntar —sentenció Facu.

—No, se supone que tengo que adivinarlo.

—Se supone, pero no tenés ni idea. Es mejor preguntarle antes que no decir nada.

—Tenés razón, pero no le voy a mencionar nada ahora, me da vergüenza.

Llegamos a la casa de Pablo, conocimos a sus papás, dos seres muy atentos y amorosos.

Nos pasamos toda la tarde jugando y el tema de la equis al final del mensaje no salió en ningún momento, pero cuando nos fuimos, yo me acordé del tema, y la incógnita volvió a aparecer.

—Che... —empecé, tímido, después de despedir a Facundo, que se fue primero—. Te quería preguntar una cosa. ¿Por qué me pusiste una equis al final del mensaje?

Él se rio. Probablemente estaba esperando que le hiciera esa pregunta.

—¿Buscaste en google?

—Sí, pero me tiró cualquier cosa. Un resultado decía que el XO era la abreviatura de besos y abrazos, pero vos solo me pusiste una equis, otro decía que era señal de que no había interés. Capaz es el segundo...

Pablo hizo un gesto negativo con la cabeza. Se me acercó, me dio dos palmaditas suaves en el pecho y se giró para entrar a su casa.

—Después te lo mando por whatsapp. Nos vemos mañana, gigantón.

Sin más, se metió a su casa y, después de regalarme una sonrisa, cerró la puerta. 

 

К сожалению, это изображение не соответствует нашим правилам. Чтобы продолжить публикацию, пожалуйста, удалите изображение или загрузите другое.
Un "bully" enamoradoМесто, где живут истории. Откройте их для себя