Un "bully" enamorado

18

No podía parar de hacerme la cabeza.

La conversación con Facundo me había dejado pensando en un montón de cosas.

Hasta el momento yo estaba re seguro de mi sexualidad. Incluso llegué a hacer ciertas bromas al respecto. No es que fuera homofóbico, simplemente no entendía muy bien cómo era posible que un hombre se fijara en otro. Yo no les encontraba ningún atractivo.

El problema era que esas bromas las había hecho con Facundo. Yo sabía exactamente lo que él pensaba al respecto. Facu era un tipazo, eso no podía negarlo, pero también era... ¿cómo decirlo? Un cabeza de taper.

Solía hacer caras raras cuando veía a otros pibes notablemente afeminados o cuando los de la clase hacían alguna broma sobre el tema. Supongo que todos ellos eran bastante más seguros que nosotros dos, que nos quedábamos en un rincón comentando como dos señoras mayores lo raro que nos parecía que un pibe se sentara en la falda del otro o que anduvieran de la mano.

Ahora las cosas se habían dado vuelta y no precisamente a mi favor.

Yo sabía que Pablo me llamaba la atención, pero nunca iba a admitir que me sentía atraído por él, eso era demasiado para mí.

Capaz yo también era un cabeza de taper.

—Karim... ¿Estás bien?

Facundo chasqueó los dedos frente a mi cara y pestañeé, como si hubiese logrado despertarme por arte de magia.

—Sí, perdón, me quedé colgado pensando en algo.

—¿En qué?

Hice una mueca con la boca. No sabía qué decirle.

—No importa. ¿Hoy vas a casa?

—Sí, tenemos que terminar el parcial, pero Pablo me había dicho por mensaje que no podía ir esta tarde, así que va a hacer su parte en la casa y después nos la pasa.

Asentí.

Al final no había logrado sacar nada en limpio. No sabía lo que me pasaba y me molestaba sentir esa incertidumbre carcomiéndome la mente.

Yo sentí que cuando le dije a Facundo que Pablo no me gustaba le había mentido, pero una parte de mí insistía en repetir una y otra vez que Pablo no me gustaba, solo "me llamaba la atención". ¿Pero por qué me llamaba la atención? ¿Qué carajos significaba eso? Solo estaba creando más preguntas sin respuesta.

A la hora del receso, ni siquiera podía verle la cara a Pablo. Estaba tan avergonzado que incluso sentía que él era capaz de ver a través de mí y descubrir mis pensamientos.

Sí, ya sé que es una idea absurda y que es imposible, pero así me sentía; como un perrito cuando hace una travesura y cuando llega el dueño mete la cola entre las patas y se esconde.

—Che, Karim —Pablo me tocó con suavidad el brazo y yo sentí como si me hubiese hecho cosquillas—. Voy a comprar unas papas, ¿querés algo?

—No —dije a secas.

Pablo alzó una ceja, extrañado.

—Bueno. Espérenme en el patio, ya voy.

Salimos al patio con Facundo y yo seguía perdido en mis pensamientos. Obviamente, no estaba prestándole nada de atención a Facu, y él, que era bastante observador, se dio cuenta enseguida.

—Eu, te fuiste de viaje de nuevo. ¿Qué te pasa?

—Hoy ando medio colgado —respondí, haciéndome el desinteresado.

—¿Pasó algo?

Hice un gesto negativo con la cabeza.

Facu me conocía bastante bien. Sabía cómo era mi carácter y usualmente yo estaba animado y charlatán. Pero ese día no tenía ganas de hablar de nada. Solo quería hundirme en mis pensamientos y filosofar sobre qué pasaría si a mí me gustara Pablo. Aunque todo lo que venía después de eso no era nada positivo.