—Shhh —Jin sonrió y se metió una a la boca antes de masticar discretamente.

Obito tomó dos de las pequeñas bolitas de diferentes tamaños y formas y las mordió, eran de un chocolate dulce y suave que se derretía en la boca, ambas bolitas eran simplemente deliciosas y por dentro, uno tenía maní y el otro, almendra.

Oh... eran manís y almendras, bañados en chocolate dulce... mirando como Jin asentía sin entender nada sobre términos médicos, Obito sonrió y masticó los frutos secos recubiertos de dulce chocolate lentamente mientras miraba a las tres mujeres sentadas a su lado en el patio de la academia.

Jin, no por primera vez, se quedó mirando el bonito rostro de Rin... honestamente, Jin podía entender por qué Obito se enamoraría de Rin, después de todo, Jin no era una hipócrita que no sabría apreciar la belleza y Rin era la cúspide de esta junto con Kurenai.

Rin era simplemente hermosa, una belleza adorable.

No es como si Shizune fuera fea o algo, al contrario, es hermosísima y le daba alta envidia ver su hermoso rostro, pero Shizune no estaba interesada en los chicos y prefería obsesionarse con los libros médicos y empezar una acalorada discusión con Tsunade sobre medicina y ética médica. Todos los fines de semana, Shizune iba al hospital y pasaba todo su tiempo libre que no estuviera entrenando o estudiando, intentando descifrar los casos dentro de las salas de emergencia y los respectivos procedimientos para intentar mejorarlos.

Jin no podía evitar compararse ligeramente con sus hermosas compañeras, al menos las canónicas, las cuales eran simplemente deslumbrantes.

Rin tenía un hermoso cabello castaño como el más delicioso de los chocolates, sus cortas hebras castañas le daban un toque de ternura a su mirada, su rostro pequeño y delicado como el de una muñequita de porcelana la hacían ver inofensiva, sus labios regordetes y rosados con una adorable nariz de botón inducían a la sensación inconsciente de querer protegerla y sus rasgos delicados iban muy bien con su personalidad honesta, preocupada y dulce.

También, tenía unos hermosos ojos.

Esos ojos castaños, que a veces tenían un ligero toque dorado dependiendo si le daba la luz del sol, quizás verde, si estaban rodeados de mucha naturaleza frondosa que se reflejaría en sus grandes y amables ojos, llenos de inocencia y calidez.

Jin no podía competir contra ella, Rin era una belleza de su propia liga.

Y ella... ella era una rarita... dios, no decía que era fea, era un hecho de que era bonita, pero su belleza era demasiado... exótica, no era fácil de apreciar y, no sería hasta que estuvieran en una edad adulta, que los chicos empezarían a dejar divagar sus ojos por ella en vez de mirar fijamente su pelo y decirle rara o ver sus ojos y decirle directamente que era espeluznante.

Jin no entiende porque los chicos civiles comunes y corrientes suelen empecinarse con ella para hacerla sentir lo más miserable posible. Si, sus ojos son fucsias, pero los de Kurenai son rojos, ¿Por qué había tanta diferencia en el trato? ¿Es porque Kurenai siempre está rodeada de Asuma, el segundo hijo del tercer Hokage? ¿Por qué es ella un personaje canónico? ¿Por qué ella tiene un pelo normal de color negro? ¿O es porque ella no tiene esas feas pupilas en forma de corazón?

Su corazón se puso ligeramente triste, se peguntó si en el futuro podría conseguir a un chico que la quisiera tal y como es como le dijo su abuela, alguien que hiciera hasta lo imposible por ella...

Cubriéndose ligeramente uno de sus ojos, ella sintió que sus expectativas para el futuro eran poco realistas.

Je, tal vez al final se quede con Ibiki, aunque cuando era niño es bastante lindo, cuando sea grande crecería para ser aterrador e imponente, un eterno soltero por su feroz apariencia y poco atractivo.

Aunque honestamente hablando, Ibiki no es tan malo, es más, tiene el mismo rostro que Fugaku, solo que Ibiki es calvo y tiene grandes cicatrices en la cabeza y cara. Tal vez sea una opinión no muy popular, pero Jin cree que el padre de Sasuke e Itachi es guapo, pero no lo suficiente como para ser una gata rompe hogares y arruinar el matrimonio de los padres de uno de los personajes principales.

Suspirando mientras deja de lado esos pensamientos, se enfoca en sus fortalezas y debilidades para explotarlas. Mirando los análisis de sus habilidades que le pidió al maestro, Jin sintió una gota de sudor caer por su rostro, no entendía si estaba bien o mal, pero considerando que su nivel de genjutsu era cero y su nivel de taijutsu 1,5, supone que es mala en todo lo físico y relacionado a ser un ninja de combate.

Como esperaba, ella no nació para ser un ninja, aun así, intentaría acercarse a ser una Kunoichi lo más decente que pueda llegar a ser.

Fijando sus ojos en Kurenai, ya sabía quién sería la próxima víctima de sus sobornos.

Kurenai, que estaba conversando alegremente con Asuma, sintió un ligero escalofrío.

—¿Sucede algo, Kurenai-chan? —preguntó Asuma mirándola preocupado.

—Mm... no, no es nada —negó Kurenai ligeramente frotándose la piel de gallina en los brazos.

—¿Tienes frío? —preguntó curioso el azabache— ¿Quieres mi chaqueta?

—H-hum... no, no... es solo... tuve un presentimiento extraño, no sé si sea bueno o malo... —murmuró Kurenai y Asuma frunció el ceño ligeramente.

—Ya veo... si necesitas ayuda en algo, no dudes en llamarme, ¡Siempre estaré para ti, Kurenai-chan! ¡Confía en mí! —exclamó emocionado y con las mejillas ligeramente sonrojadas.

—Si... —Kuranai se sonrojó ligeramente y asintió con una pequeña sonrisa.

Lo que Asuma no esperaba, era que, al día siguiente, su compañera de clase estuviera en una pose muy comprometedora con Kurenai, diciéndole que le iba a dar postres durante toda una semana hasta que aceptase ser su amiga... lo que parecía más confesión que una propuesta de amistad, lo que lo puso ligeramente celoso para ser honestos.

—Sigh... ahí va de nuevo... —suspiró Shizune mirando a Jin correr lejos de una confundida y aturdida Kuranai que no sabía cómo responder, mientras que un desconcertado Asuma miraba la escena desde el costado.

—¿Suele hacerlo muy seguido? —preguntó Rin curiosamente.

Nah, no lo sé —Shizune se encogió de hombros—. Tal vez es solo socialmente torpe o algo, porque así es como se acercó a mí, pidiéndome que la guiara y le enseñara cosas que no entiende mientras me sobornaba con su comida.

—Ya veo... —asintió pensativamente Rin.

—¿Esa chica es buena en algo en específico? —preguntó curiosamente Shizune.

—Es muy buena en Genjutsu, la mejor de la clase —asintió Rin entendiendo a por donde iba—. Y Jin-chan es la peor, incluso es peor que Obito-kun.

—Oh... —Shizune asintió comprensivamente, no conocía muy bien al chico, pero tenía una vibra de un idiota torpe, pero muy amable y de buen corazón, así que no podía negar que veía comprensible que fuese un idiota en su clase, también tenía cara de idiota, no podía entender porque Jin parecía tan encantada con el Uchiha, ¿Es porque es un Uchiha?

De lo contrario, Shizune no podría entender porque Jin se interesaría en alguien como Obito, el cual no parecía destacar en casi nada, junto con ser un poco torpe. Obito ni siquiera era el más guapo de su clase y Jin parecía tener cierta conexión con Kakashi, al cual gran parte de la clase de Jin parece admirar o gustarle, por no decir que incluso alguna de sus compañeras, que son mayores a él, están interesadas en el chico Hatake.

Luego está el hecho de que el padre del chico Hatake es muy famoso y fuerte, a tal punto que incluso la novia de su tío Dan puede tener algunas dificultades para vencer al hombre, pero Shizune cree que Tsunade ciertamente podría luchar y derrotar a cualquiera. Solo faltó ver como la mujer perdió un poco la cabeza y rompió la mitad del terreno de su hogar, para hacer que Shizune aceptara que la Senju era una fuerza a temer completamente -y se prometiera a sí misma NUNCA hacerla enojar-.

Siendo sinceras, Jin ganaría mejor posición y respeto si se emparejara con el Hatake que con el Uchiha, pero Shizune no es quién para hablar, mientras Jin le siga dando dulces, ella apoyará las decisiones de su amiga sin pensar mucho en ello.

So Simp [Yandere! Uchiha Obito]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora