Heriberto oyó llorar a Victoria y desesperado pidió al taxista que corriera a su casa. Llamó a su madre, María Elena se vistió y corrió al garaje para coger su coche e ir a casa de su nuera. En el camino llamó a Lena y le dijo que algo le había pasado a Victoria, Lena se fue sin pensarlo mucho, su hija, algo había pasado y tenía que estar con ella.
Heriberto llegó y vio a Max abrazando a su hermana, quien lloraba suavemente al ver a su madre sufriendo de esa manera, no sabía a quién ayudar primero, así que tomó a Max de la mano y a Fernanda en su regazo y los llevó a la habitación de Max.
- Mis amores, quédense aquí y yo ayudaré a mamá, pronto vendrá la abuela también, sé que lo que vieron no fue bueno, pero mamá necesita ayuda ahora, ¿pueden quedarse aquí hasta que todo esté bien?" apretó la mano de Max y acarició el rostro de Fer.
- Heriberto, rompió y rompió las fotos de papá y gritó palabras feas. - Fernanda dijo que estaba triste de ver a su mamá así.
- Se enojó mucho con papá, dijo cosas que...- se quedó callado y miró a Heriberto como pidiendo ayuda.
- Ahora estoy aquí, y voy a ver qué pasó, creo que esa es una conversación que tendremos más tarde, ¿de acuerdo? Ahora quendanse aquí hasta que lleguen la abuela Lena y mi mamá, ellas sabrán cómo ayudarnos.
Heriberto bajó a ver a su amada, que estaba llorando y tirada en el suelo. La miró con amor, la vio sufrir, se le partió el corazón, Heriberto tomó a Vicky en su regazo, sin decir una palabra, la llevó al dormitorio, la puso sentada en la cama, luego fue al baño, encendió la ducha caliente, volvió y la tomó en su regazo de nuevo y la llevó al baño. La desnudó y la metió en la ducha, bañándola con cuidado. Victoria seguía llorando, no sabía por qué, pero en ese momento todo giraba en torno a ella.
Tras bañarla, la secó y la vistió, la hizo tumbarse en la cama y la abrazó con fuerza, en ese momento Victoria lloró copiosamente en sus brazos, lloraba dolorosamente, era un pasado de fantasmas que atormentaba a su amada. Un regalo que se había roto dentro de su corazón, Heriberto sintió que ella estaba sufriendo, quería que descansara un rato para que después con calma le contara lo sucedido. Le dio suavemente una pastilla y un vaso de agua. Unos instantes después, Vicky estaba dormida en sus brazos.
Temblaba y sollozaba en sueños, y él no quería dejarla sola, pero también tenía que ver a los niños. Lena entró y vio el salón desordenado, corrió al despacho de su hija y lo vio todo roto, papeles esparcidos por el suelo y fotos rotas. María Elena llegó y vio a su amiga llorando, recogiendo cosas por el suelo, la miró y la abrazó, las dos recogieron los papeles y las fotos, luego se sentaron y se dieron cuenta de lo que había pasado.
- Aunque esté muerto, el bulo sabe como hacer sufrir a mi hija, si no hubiera muerto yo misma lo mataría ahora mismo. - Dijo Lena enfadada.
- Asegurémonos de que no haga más daño a nuestra pequeña, cortemos la raíz venenosa, porque esto ha sido obra de una sola víbora.... ¡mira la nota! - Elena le entrega el papel a Lena. - Patrícia tiene que pagar las consecuencias de meterse con mis amores y va a ser ahora.
- Mamá, ¿qué pasa? - Heriberto entró en ese momento en el despacho.
- ¿Cómo están? - Lena se levanta y lo mira.
- Durmiendo, Max y Fer están en la recámara, los dejé para cuidar a Victoria, le di unas pastillas para dormir, está muy agitada y no ha dicho nada todavía, los niños están durmiendo juntos, acabo de dormirlos a los dos también, pero ahora quiero saber qué pasó, y creo que tú lo sabes, ¿no?
- Lena, sube y quédate con ellos, tus nietos te necesitan ahora, yo hablaré con mi hijo, para eso he venido. - tomó la mano de su amiga y luego la vio salir de la habitación. - Ahora siéntate aquí Heriberto, la conversación será tensa y tendrás que saber mucho sobre quién era Osvaldo para poder ayudar a tu amada y a los niños.
Los dos conversaron durante horas, Lena se quedó con los nietos y luego fue a ver a su hija, que dormía inquieta. Se quedó allí el resto de la noche, María Elena le contó a Heriberto todo lo que había descubierto sobre Osvaldo y quién era Patrícia, también le contó lo que había hecho Osvaldo cuando nació Fernanda, lo vil que había sido, hasta el punto de regalar una niña, Fernanda era gemela, y Osvaldo había desaparecido con la otra hija, Según Patrícia y los documentos que envió, María había sido llevada a un orfanato fuera del país, y desde allí Elena había localizado a la niña, pero la carpeta con todo sobre la traición de Osvaldo, las mentiras y la desaparición de María había llegado antes a manos de Victoria.
María Elena estaba al teléfono, Heriberto leía los papeles que habían hecho sufrir a su amada y sufría al leer todo lo que contenían esos documentos. Lena bajó y preparó té para todos, amanecía cuando los tres armaron un plan de acción para que la familia estuviera bien. Lena iría con María Elena a Canadá a recoger a la pequeña María, y Heriberto se quedaría con la familia y les explicaría los detalles. Lena llamó a Antonieta, que recogió algunas cosas y se fue a casa de su amiga.
Era de mañana y el sol brillaba, los niños aún dormían. Heriberto entró en la habitación de Max y les dejó una bandeja con cereales, ya que el desayuno iba a ser cosa de familia. Luego fue a la habitación de Vicky, que ya estaba despierta cuando entró.
- Hola mi amor, ¿cómo te encuentras?
- Me duele todo, mi cuerpo, mi cabeza y mi corazón....se la llevaron de mi...-tengo otra hija...-comenzó a llorar de nuevo.
- Shiiii, cálmate, vamos a buscar a María, y nuestra familia estará completa pronto, nuestras mamás van a Canadá a buscar a nuestra niña ok, quédate tranquila, hay gente que te necesita ahora, porque han visto lo mucho que estás sufriendo y ellos también están sufriendo. - Heriberto abraza fuertemente a Victoria y ella se siente protegida y cuidada.
- Me enojé tanto, tanto que no oía a mis hijos, los vi asustados, Heriberto, tenían miedo en los ojos y me encerré en mi rabia.
- Oye, no te culpes, todo va a estar bien, verdad, mis amores....- miró hacia la puerta y vio a Max de la mano de Fernanda.
Victoria se levantó de la cama y se arrodilló frente a sus hijos, abrió los brazos y fue abrazada por ellos y luego por Heriberto.
- ¡Nuestra familia será feliz!
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