¡Esperanza!

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Heriberto se despertó y se giró para ver mejor a la hermosa mujer que tenía al lado. Victoria dormía boca abajo. Le besó el pelo y se levantó para ir al baño.

Después de lavarse, volvió a la cama. Vicky dormía serenamente, Heriberto comenzó a besarle los hombros, arrastrando húmedos besos por su espalda. Victoria gimió suavemente.

- Amor, es muy temprano, ven a dormir un rato. - le dijo socarronamente.

- Sí, es muy temprano y te necesito. - la besó, sudorosa, le metió los dedos hasta el elástico de las bragas y se las quitó lentamente.

Heriberto dejó un rastro de besos, luego la giró lentamente sobre la cama y la besó por el cuello, luego por el regazo hasta el centro de los pechos, masajeándolos suavemente uno a uno, mirándola como pidiéndole permiso para saborear sus hermosos senos.

Ella gimió al sentir el cálido contacto de la boca de Heriberto en sus pechos, luego bajó besando su cuerpo, él se bajó de la cama, se puso de rodillas y puso sus piernas flexionadas con las rodillas levantadas, besó la curva entre su vientre y su pierna, luego besó el interior de su muslo, ella gimió y arqueó la espalda jadeando ante su contacto. Heriberto besó su intimidad con pasión y lamió lentamente con placer.

- Quiero sentirte, déjame saborearte toda Victoria.

- Ahhhh Heriberto, si todo tu. - Dijo ella con placer.

Chupó lentamente su intimidad, mordisqueó, lamió, escuchando los gemidos que Vicky emitía, volviéndolo más loco de deseo. La volteó, dejando su trasero expuesto a él, que besó cada parte de él. Heriberto se acostó a su lado, sin ropa, besó su espalda, volvió a bajar, puso una almohada bajo su vientre e introdujo dos dedos en su intimidad, haciéndola gritar de placer. Sonrió al verla así, tapándole la boca con las manos porque si hacían mucho ruido, alguien podría oírla.

Victoria intentaba controlar su respiración, que era agitada mientras él yacía con la cabeza entre sus pechos, jadeando, cuando la miró y sonrieron, cómplices de un placer compartido de la mejor manera posible.

- Victoria, ¿cómo es tu ciclo menstrual? - ella se sorprendió por la pregunta pero contestó.

- Es un ciclo de 28 días, llevo tres días, siento pequeñas molestias, dolores de cabeza y a veces un poco de calambres, pero ¿por qué lo preguntas?

- Porque si es normal, creo que acabamos de hacer un bebé. Tu ciclo es normal para alguien que no puede tener hijos, creo que alguien te ha dado información errónea.

- Heriberto, no bromees con esto, ya no puedo tener hijos, ya te lo he dicho, deja de insistir. - Ella tenía lágrimas en los ojos e intentó levantarse de la cama. Pero él no la dejó.

- Eh, cálmate, recuerda que soy médico, hablemos, ¿vale?-  Se sentó y le dio su bata. - Cuando una mujer no puede tener hijos, hay razones, o tiene ovarios poliquísticos, ha perdido los ovarios o incluso el útero, o le han ligado las trompas, usted me ha dicho que tiene un ciclo normal, me ha dicho algunas cosas, eso no es ni de lejos una persona que no puede tener hijos. No obstante, pida cita con su médico, si no quiere ir con él le remitiré a uno.

- ¿Creo que Osvaldo lo hizo a propósito?

- No, sólo creo que el médico dijo una cosa y él entendió otra. - no quería dar los últimos retoques, porque había leído su historial médico, y el de Osvaldo también. Sabía que lo que le habían dicho no era que Victoria no pudiera tener más hijos, sino que tenía que reservar un plazo mucho más largo para tener un hijo después de Fernanda.

Una nueva oportunidad de amar - en español✅Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora