Sonrisa y glaseado

111 21 15
                                    

La semana fue agitada, Victoria tenía un gran evento con Antonieta, y veía poco a Heriberto, que intentaba cambiar sus turnos para estar cerca de su amada. Él quería darle una invitación, pero no tenía mucho tiempo, y con ella haciendo los dulces gourmet para el evento, había mucho menos tiempo.

Max enviaba mensajes a Heriberto, junto con fotos de su mamá con glaseado en la cara, y luego con harina en el pelo. El muchacho tomaba fotos y decía que se las enviaría a Heriberto si su mano no le daba trozos de chocolate, pero aunque ganara, se las enviaría a Heriberto.

Eran casi las 10 de la noche cuando sonó el celular de Victoria, quien salió del baño envuelta en su toalla, supo quién era y fue a contestarlo con una hermosa sonrisa en los labios.

- Hola amor, ¿te vas dormir a la casa, o sigues en el hospital?

- Hola mi vida, estoy sentado en el coche, viendo desfilar a una hermosa mujer en toalla por la ventana de la habitación, ¿siempre dejas las cortinas abiertas Victoria?

-Heriberto está aquí, vamos amor, no te quedes en el coche.

- No hables Victoria, si yo te he visto, los demás también pueden verte. - ella se acerca a la ventanilla abierta y se quita la toalla, mostrándose desnuda ante él.

Heriberto sale del coche y entra en la casa lo más rápido que puede. Ella sonríe al verle entrar en la habitación.

- No vuelvas a hacer eso Victoria, ¡alguien podría verte! - dijo yendo a cerrar las cortinas.

- Dejame, no seas tonto, mi vecino más cercano vive a dos kilómetros. - dijo ella socarronamente, mirándole a los ojos. - ¿Estás celoso?

- Mujer no bromees, llevo una semana sin ti, ni siquiera me diste un beso en el hospital. - la rodeó con sus brazos, sintiendo su piel desnuda, suave y perfumada. - Estás preciosa así, sólo con las bragas y el encaje, sabías que te correrías, ¿verdad? 

 - Estás preciosa así, sólo con las bragas y el encaje, sabías que te correrías, ¿verdad? 

Ups! Gambar ini tidak mengikuti Pedoman Konten kami. Untuk melanjutkan publikasi, hapuslah gambar ini atau unggah gambar lain.

Ella asiente y le desabrocha la camisa. Heriberto cierra los ojos, dejando que ella lo desnude.

- Cariño, tengo que ducharme, he venido directamente del hospital, porque si me iba a casa a comer y a ducharme, acababa tumbado y durmiéndome.

- Vamos, dúchate y te traeré algo de comer. - se aleja de él, moviendo el culo y de puntillas.

- Baño, eso es necesario, ¡pero comida sólo si eres tú!

- Preparo tu plato favorito.- ¡Victoria! - se rió a carcajadas y tomó la bata y se la puso, dejándolo solo en el dormitorio.Victoria fue a la habitación de su hija, entró, se acercó a la niña, la tapó mejor, le quitó el libro, le besó la frente y salió, caminó hasta la habitación de Max que estaba durmiendo con el cómic que Heriberto le había traído el otro día. Bajó a la cocina y preparó una ensalada caeser con pollo para Heriberto, un zumo de piña con menta y una galleta de chocolate, que había hecho antes para el buffet.

Heriberto se dio una ducha rápida, se lavó el pelo y luego se puso sólo el pantalón del pijama, uno que le había comprado Victoria, porque siempre que dormía allí nunca tenía ropa, así que ella le compró ropa, junto con un kit de afeitado, su cham...

Ups! Gambar ini tidak mengikuti Pedoman Konten kami. Untuk melanjutkan publikasi, hapuslah gambar ini atau unggah gambar lain.

Heriberto se dio una ducha rápida, se lavó el pelo y luego se puso sólo el pantalón del pijama, uno que le había comprado Victoria, porque siempre que dormía allí nunca tenía ropa, así que ella le compró ropa, junto con un kit de afeitado, su champú favorito y un perfume, el mismo que él usaba.Cuando lo vio, lo negó, porque ella podía haber ido a su piso y coger algunas cosas, a él no le habría importado.

- Cariño, ¿por qué me has comprado cosas, incluso ropa? - preguntó ella al entrar en la habitación.

- Te gustaba, podría haber ido a tu casa a recogerla, pero me gustaba comprártelas, así que te he hecho algo ligero. - se acercó a ella y la besó en los labios.

- Hummm, está rico, pero necesito comer, sino no tendré fuerzas.

- Amor, ¿qué tal tu turno? - le preguntó mientras se sentaba a comer. Los dos charlaron un rato, hasta que oyeron a Fernanda murmurar, la chica estaba soñando.

- Menudo día había tenido, era su primera clase de equitación, debía estar soñando.

- ¿Voy a verla? - se limpió la boca después de comer.

- No, ayer también fue así, está contenta y sueña todas las noches. ¡Te lo dijo la otra noche y te llamó!

- ¿Ah, sí? Te echo de menos cuando no estoy de servicio y no vengo aquí, podríamos vivir más cerca el uno del otro o mejor aún, ¡podríamos vivir juntos!

- Heriberto, este es un gran paso, tengo hijos y no quiero verlos sufrir si no funcionamos.

- ¿Pronto? Cariño, estoy más aquí que en casa, mi madre pregunta por ti así: "Hijo mío, ¿cómo están tu mujer y tus hijos?"... ¿qué más prueba hay de que estamos funcionando?

- Hablando de tu madre, voy a tomar el té con ella el sábado. Dijo que los niños podían venir, para que pudieran disfrutar de la piscina.

- Eso es genial, pero me gustaría que vinieras conmigo a Chicago a una conferencia, podríamos dar un paseo, ¿qué te parece?

- Heriberto, no puedo ir, tengo órdenes hasta el fin de la próxima semana. Y no estarías conmigo, estarías en el congreso. Ve y aprende mucho, y vuelve a mí, entonces pensaremos en lo que dijiste, ¿de acuerdo?

- ¿De verdad? Vamos a comprar una casa grande, con un jardín enorme para nuestros hijos, una casa con terraza, piscina, un chalet para los invitados, una cocina entera sólo para tus nuevas recetas, ¡por supuesto que las probaría todas, quizá un perro y algún hijo más! - dijo feliz, mirándola.

- ¿Te has despertado? - se rió ella. - Ya te dije, vamos a tomarlo con calma, esta casa está muy bien por ahora, y en cuanto a niños, Heriberto, no creo que pueda tener más después de Fernanda. - Dijo Victoria con tristeza.

- ¿Te lo ha dicho el médico? - la hizo sentarse en su regazo.

- No, bueno él personalmente no, se lo dijo a Osvaldo que me lo dijo después de salir del hospital.

- Bueno, luego hablaremos de eso, ¿me das el postre? - señaló la galleta de chocolate. 

- He visto unas fotos tuyas esta semana que me han dado unas ideas geniales, ¿sabes?- Glaseado en la cara, chocolate en el Y de su pecho, ¡harina en el pelo!

- ¿No ha hecho eso? Voy a estrangular a Max, cómo se atreve, le di casi media tableta de chocolate cada vez que hacía una foto. Qué chico tomado!

- No discutas con él, me encantaban todas, ¡mira aquí! - le enseñó la pantalla de su móvil, la foto era de ella con glaseado en la cara y sonriendo. - Me encanta verte sonreír, sabes, ver ese brillo en tus ojos. Cuando recibí la foto, acababa de salir de una reunión para suministros médicos, piensa en algo aburrido pero necesario, y tu foto me alegró todo el turno.

- Sólo por eso no voy a coger a Max, cómete el caramelo, voy a ver a los niños y vuelvo enseguida. - Ella se fue, Heriberto hizo su higiene y se acostó en la cama a esperarla, pero ella se tomó su tiempo y él terminó quedándose dormido.

- Amor, creo... -lo vio dormido, lo tapó, llevó sus cosas a la cocina y volvió al dormitorio. - Me encanta este hombre.

Una nueva oportunidad de amar - en español✅Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang