Oki viajara a las frias tierras de Asgard para encontrar su propósito en la vida y descifrar su pasado. Sin embargo llegara en un mal momento, tiempos de guerra se acercan y estará involucrada en varios disturbios que se vera obligada a investigar y...
You come on with it, come on, you don't fight fair But that's okay, see if I care Knock me down, it's all in vain I'll get right back on my feet again Hit me with your best shot Why don't you hit me with your best shot? (Hit me with your best shot) Hit me with your best shot Fire away (fire away)
(Hit me with your best shot - Adona)
Un cubetazo de agua helada despertó a la joven morena que estaba encadenada y aprisionada de las manos con gruesos grilletes,
—Despierta maldita tuerta.— decía un sujeto que estaba custodiando el calabozo.
—Que mierda...—su cuerpo no respondía del todo, era como si estuviera entumecido.
¿Cuantos días habían pasado? No recordaba nada, ni si quiera sabia como terminó ahí pues apenas estaba reaccionando.
Unos gritos desgarradores podían oírse por todo el lugar lo cual la habían alarmado.
—¿Asustada? Es lo que te espera a ti, incluso peor.— el sujeto se burló de ella.
—¡¿Quien demonios eres?! Que es lo que quieren de mi?!.—pronto se había recuperado y trataba de soltarse forcejeando aquellos grilletes y liberar su cosmo pero cuando lo hacia unas runas brillaron sobre el metal y empezaron a quemar las muñecas de la chica.— ¡Ahg!.—se quejó del dolor.
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De pronto llegaron unos hombres obligando a una familia a caminar.
—¿Mas traidores? Ejecútenlos de una vez, quizá su sangre derramada calme la ira de este mounstro.—hablo él sujeto.
—¡N-no por favor! Haré lo que quieran pero dejen a mis hijos libres!.—dijo una mujer entre lagrimas.
Dos niños lloraban mientras se abrazaban a su madre.
—Por favor, solo dejen a los niños en paz...—hablo el padre de la familia.
En eso dos de los hombres que los custodiaban lo golpearon tirándolo al piso. El que vigilaba la celda de Fate aprovecho para acercarse a la mujer y agarrar sus muñecas.
—Solo hay una forma para que se libren de esto, mujer.—hablo de manera degenerada.
—¡O-Oye! ¡Basta, déjalos en paz! El problema es conmigo ¿no es asi? ¡Déjenlos a ellos!.—la morena gritó.
—¿Ocuparas el lugar de ella?.—volteó para mirarla.
—S-si...solo déjenlos...—bajo la cabeza.
—Bien, enciérrenlos.— ordenó.
Los sujetos obedecieron y se fueron con las víctimas, el hombre entro en la celda y relamió sus labios al ver a Fate indefensa.
—No puedo creer que el padre de todo sea una niñita.—movia sus manos de forma asquerosa hacia la morena.
Cuando se acerco a ella para besar su cuello la chica logro darle una patada en la cara alejándolo de ella.
