XIX

218 22 2
                                    

Parte 1
Advertencias: Contenido +18

Los besos fueron avanzando de manera algo desesperada, pero siempre con suavidad.
Cada vez sentía más fuerte el calor en mí cuerpo, el dolor de cabeza y la necesidad  de estar con mí omega.

De un momento a otro pase mis manos con suavidad por debajo de la camiseta de Nicolás, provocando que él suelte un ligero ruidito con su boca; que hizo que mis colmillos saltarán picando levemente sus labios.

Él, bastante desesperado tomó mí camiseta y me la saco por completo para después esconder su carita en el hueco de mí cuello.
Con cuidado y tomando la mayor cantidad de autocontrol que podía tomar, saque con cuidado su camiseta y al sacarla lo abrace besando suavemente su cuello otra vez.

–Perdón si soy brusco, me esta doliendo todo.– Murmuré y después solté un quejido de dolor.

Realmente para mí, los celos son una tortura, me duele la cabeza, mí alfa está tan inquieto que ni siquiera me deja respirar bien, mí instinto está tan a flote que soy súper vulnerable a cualquier tipo de emoción, no solo eso, sino que también tengo contracciones extrañas en cada músculo de mí cuerpo. Lo cual hace que pasar mis celos sea una tortura, por eso prefiero pasarlos solo, para no lastimar a nadie.

–Tranquilo bonito, yo estoy con vos, sé lo mucho que duele.– Me miro comprensivo, y yo simplemente sonreí sintiendo como mí cuerpo comenzaba a relajarse por su fuerte aroma dulzón.

Me volvió a besar y cuando lo hizo, de manera tan suave, mí alfa se sintió mimado y querido.
De a poco comenzó a restregarse sobre mí sin cortar el beso. Por la sensibilidad del celo solté un pequeño gruñido y sentí como bastante sangre de mí sistema se acumulaba en mí entrepierna, generando que me sonroje y me sienta avergonzado.
Nico lejos de asustarse solamente siguió con sus movimientos y paso de besar mis labios a besar mí cuello, más específicamente dónde se encuentra la glándula de aroma, haciendo que todo mí olor se impregne en él, como una forma de automarcarse como mío.

Después de un rato de caricias y besos, Nico dirigió sus manos hasta el borde de mí pantalón y separándose de mí, me lo quito junto con la ropa interior, aparentemente bastante apurado, yo en respuesta solamente pude responder con un gemido grueso, que hizo que mis cachetes se tiñieran de un fuerte rosa.
Él solamente se rió por mí actitud tímida e hizo con él lo mismo que conmigo.

Volvió a besarme, pero con consciencia de que no era un simple beso, era amor puesto en forma física.

Proyecto bebé Where stories live. Discover now