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-Ya te dije que estoy bien, no es necesario que te quedes aquí- Aziel me da el vaso de agua junto a las vitaminas que me mando el medico. Tuve que rogarle para que no dijera nada y aunque dudo aceptó pidiéndome tener mucho cuidado.

-Amara, tienes anemia ¿como quieres que no me preocupe?

-Se me quitará- dentro de nueve meses.

-Y para eso debes cuidarte, ahora bebé las vitaminas- a regañadientes me las tome, siempre he odiado tomar medicamentos- voy a hablar con papá, le diré que no iré a ningún lado- hice una mueca al ver el rostro nervioso de Casiel.

-No puedes hacerlo, el rey se enojara mucho más- luego de mi salida del hospital Aziel había llamado el rey diciéndole que no podía ir a la reunión porque yo me encontraba mal, el rey tratando de darle una solución le dijo que me llevara al palacio y me quedaría con la reina, sin embargo Aziel se negó rotundamente y ahora anda peleado con su padre y con una misión por cumplir.

Él no quería ir y yo no quería que se enojara más con su padre. Además el tapa olor de Cora dura hasta hoy y debo pensar en una manera de decirle sobre mi embarazo, cuando el volviera se lo diría.

-Izel está conmigo, también esta Cora y Julián se quedara aquí pendiente de cualquier cosa- trato de tranquilizarlo, Izel había estado aquí un momento conmigo pero luego recibió una llamada y se marcho dejándome sola con el tonto de Casiel y Aziel, ambos me torturaron diciéndome que tenia que cuidarme, me había sorprendido que Casiel me haya dicho eso.

-No puedo dejarte sola, mi lobo me dice que tienes algo que le dice que necesita estar a tu lado- trago grueso, su lobo ya se está dando cuenta.

-No quiero que te enojes más con tu padre, tienes que ir y volver rápido ¿Vale? Te estaré esperando con una muy buena noticia- le di una sonrisa y lo atraje hacia a mi abrazándolo.

-¿Por qué quieres que me vaya?

-Porque no puedes dejar tus deberes como príncipe por mi, entiendo que soy tu novia y alguien muy importante para ti, pero él reino también dependerá de ti algún día- Aziel alzó la vista- Discúlpame por lo que te dije.

-Estás disculpada, pero ahora dame besitos- Aziel se posicionó encima de mí empezaba a dejar besos por todos mi cuello- ¿cuando podre marcarte?- su voz ronca me hizo estremecer.

-Cuando sea el momento adecuado.

-¿Y ese momento adecuado es?

-Cuando seamos lo suficientemente adultos y ya vivamos juntos- sus dedos se cuelan por la tela de mi camisa y empieza a acariciarme.

-No deberías estar tan excitada, necesitas reposo y tu olor me está empezando a descontrolar- susurra en mi oído.

-Mientras me sigas tocando así voy a seguir estando excitada- Aziel río y dejo de tocarme.

-En serio debo controlarme, ya Parecemos conejos- río ante su comentario - mejor bajemos a cenar muero de hambre- no mentía, no había desayunado y las ganas de vomitar apenas me habían dejado almorzar- se me antoja pollo asado- murmuró, Aziel ríe y se levanta tomando mi mano.

-Vamos por ese pollo asado- me levanto, Aziel besa mi sien y salimos de la habitación.

-Perdí mi examen de conducir.

-Luego conseguiremos otro.

Al llegar a la sala un olor delicioso y muy conocido llega a mi narices, jalo la mano de Aziel y entramos a la cocina donde encontramos a Izel haciendo galletas, Dani metiéndolas en el horno, a Cora lavar lo que ensucian y a Laila comer las galletas ya listas.

RENACERWhere stories live. Discover now