26

845 39 12
                                    

Maratón (1/3)

Amara

La luz filtrándose por la ventana era una molestia total, tapé mis ojos con la almohada tratando de darme la vuelta. Esto fue impedido con una bien sujeto a mi cintura, pegando al cuerpo de… ¡Aziel! 

Los recuerdos de la noche anterior volvieron a mi mente causándome  un cosquilleo en mi estómago y entrepierna. Mire al rubio dormir plácidamente abrazado a mi cintura, las ventanas estaban abiertas. Me alarmé al sentir la luz del sol tan fuerte.

¡La escuela joder! Laila me matara.

—Aziel— lo llamo moviendo su brazo, pero este solo me suelta y se da la vuelta. Aprovecho estar en libertad para levantarme y buscar mi ropa, oh Diosa, estaba totalmente desnuda y mi ropa estaba hecha un desastre.  Mi camisa estaba hecha trozos al igual que mis bragas. Pasé las manos por mi cara frustrada

—¿Por qué estás tan desesperada?— Aziel se puso de pie, sin poder evitarlo lo observó de pies  a cabeza. Me sonrojé de vergüenza al verlo totalmente desnudo, este lo nota y ríe —Te he visto y  tocado todo, tu igual ¿por que te sonrojas?— intentó cubrir mi cuerpo con mis manos, Aziel ríe más fuerte— Vamos a ducharnos y bajemos a tomar el desayuno.

—La escuela…

—Son las once amor, ya la escuela está por terminar— ahoga un grito cuando Aziel me toma en sus brazos tipo princesa. Entramos a la ducha mientras me deja en el suelo y sonríe— hoy tendremos un día de novios— alza sus cejas de forma divertida  y río.

•••

Cora

Mi corazón late con fuerza mientras entregó la evaluación, se supone que el segundo periodo académico finaliza esta semana y yo apenas tengo dos días asistiendo a la escuela. Doy una sonrisa nerviosa a la profesora que soy con tranquilidad.

—Te irá bien, no te preocupes — asiento saliendo del aula de clases, donde me encontré a Tristan.

La noche anterior había intentado hablar con él, pero no pude, estaba muy nerviosa y el igual. Estaba sorprendida por el hecho de ser su mate, la Diosa oscura no nos daba mates, nosotras no somos seres agradables para la Diosa Luna. Esto debía ser un error.

Pero debo reconocer que siento una ligera atracción hacia él,  digo, es un chico realmente hermoso, impresionante e inteligente. Casiel  me había recogido esta mañana en la casa de las Cooper, Amara no estaba e Izel  dijo que Laila la recogería. En todo el camino a la escuela Casiel no hizo nada más que hablarme maravillas de Tristan, no omitió lo de que es un mujeriego, pero dijo que si llegaba a hacerme algo, él mismo lo mataría.

Por mis propias expectativas no me parecía mal chico, quería conocerlo y poder llegar a sentir un poco de afecto por él. 

—Hola— susurré llevando un mechón detrás de mí cabello.

—Hola— Tristan parecía más nervioso que yo al momento de darme una flor. Mi corazón se movió de ternura— ¿Cómo te ha ido?

–Supongo que bien— sonreí mirando al suelo, Tristan empezó a caminar conmigo.

–Quería invitarte a almorzar, no se si quieres ir— levante mi vista y lo mire un momento. Su cabello rubio y peinado hacía un lado dejaban ver perfectamente sus facciones, pecas, ojos azules, nariz perfilada y una sonrisa moja bragas. Digno de ser se la realeza, Casiel me había contado que además de ser el beta de Aziel, es sobrino del rey.

—Me gustaría ir— le sonreí y este hizo lo mismo.

—Vamos entonces— se animó más y tomó mi mano haciéndome correr por el pasillo.

RENACERWhere stories live. Discover now