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Fanni

—Parecemos unas acosadores Fanni, somos sus amigas no sus  secuestradores— miró una vez a Laila pidiéndole silencio.

Laila y yo no habíamos ido a la fiesta de Tristan esperando a Izel, la cual me había dicho que no quería ir, pero aun así la llevaría conmigo. Teníamos alrededor de media hora aquí afuera esperando que cerrarán el negocio, pero esto no sucedía.

Se supone que ella trabaja hasta las diez y son las  once de la noche.

—¿Estás enamorada de ella verdad?— me tensé ante la pregunta de Laila. Nadie más que ella sabía de mi bisexualidad, hace años cuando nuestro amigo empezó a decir que era bisexual me sentí atraída a ello, así que decidí investigar a la edad de tan solo trece años y probar lo que aquello decía.

Me gusto mucho.

Cuando cumplí quince años Laila me había visto besando a una chica en mi cumpleaños, el temor se había adueñado de mi cuerpo al no saber cómo iban a reaccionar los demás a la noticia. Ellos aceptaron a nuestro amigo, pero aun así siempre le hacían bromas pesadas.

Yo no quería que me juzgaran o algo por el estilo.

Así que le expliqué a Laila la situación, pensé que se pondría loca y me rechazaría, pero fue todo lo contrario; mi adorada prima me apoyaba y juró no decir nada hasta que yo misma decidiera hacerlo. ¿No les he dicho cuando la quiero? 

En estos momentos no hay alguien que me conozca mejor que ella, por ese motivo siempre la termino arrastrando a problemas y castigos aunque esa no sea mi intención.

Y ahora su pregunta me había dejado atónita mirando al lugar donde salió Izel con una chico entre risas. ¿Estaba enamora de Izel? Si, desde el primer momento en que la vi me gustó y desde entonces no puedo pensar en nada más que ella. Eso me molesta y mucho.

Primero porque se que ella le gusta Jayson, segundo es cien por ciento hetero y tercero no quiero perder su amistad si le confieso lo que siento.

—Vale – murmuró Laila cuando no respondí.

Me baje del auto caminando en dirección a Izel, quien me miró confundida y luego sonrió.

—¡Fanni!— se acercó abrazándome— ¿No deberías estar en la fiesta de Tristan— asentí, miré al chico pelirrojo que estaba a su lado y fruncí el ceño ante la mirada que me dio este.

—Debemos.

—Oh, planeaba ir con Julian a dar una vuelta— hice una mueca y mire nuevamente al chico. Esta guapo, músculo y alto, tiene esa pinta de que te rompen el corazón y no sale de tus pensamientos calientes.

—Podríamos llevarlo, en el auto de Laila hay espacio— la nombrada llego a mi lado.

—Hola chicos— sonrió besando la mejilla de ambos– ¿listos para irnos?— Izel se dio una mirada cómplice con el chico y una punzada de celos llegó a mi estómago.

—¿Quieres ir?— le preguntó el pelirrojo a Izel. Esta miró sonriendo y asintió.

—¿Por qué no?— camino a mi lado y engancho su brazo con el mío. Sonreí mirando  como dejo al chico de lado.

—¿No vas a cambiarte?— le preguntó Laila, Izel miró su atuendo, el cual es muy casual en ella. Pantalones anchos, una camisa holgada y tenis, parece una pordiosera, sin ofender.

—Ehh ¿Si?— Izel dudo.

–Genial, tengo algo que podrá quedarte en mi auto— Laila la jalo de la mano hacia el auto. El pelirrojo y yo cambiamos hacia hacia.

RENACERWhere stories live. Discover now