Y ahora que quería ser una "buena persona" ... bueno, no le quedaba de otra que intentar hacer su primera buena acción, consolar a la niña en sus brazos.

—P-perdón... fui muy brusca y me lancé a ti sin pensar, derribándote —Jin se alejó mientras se limpiaba los ojos con su antebrazo y Obito se sentó en el suelo, sacudiendo su ropa.

—No te preocupes... —Obito cerró la boca al pensar en decir "he recibido cosas peores", puesto que no sería una respuesta que un niño quisiera escuchar, así que rápidamente la cambió a algo que diría su yo antiguo— ¡Soy muy fuerte! Un placaje como ese no me hizo nada...

Obito se maldijo internamiento, ¿Siquiera un niño de unos cuatro o cinco años tenía un lenguaje tan avanzado...?

—Tú... —Jin lo miró nuevamente llorosa y Obito se estremeció al pensar en ser nuevamente aplastado por esta pequeña niña llorona— ¿Cómo te llamas?

—Uchiha Obito, puedes llamarme por mi nombre —habló rápidamente Obito al pensar que quizás ella rompería en llanto nuevamente si respondía más lento.

—¡Obito-kun! —la niña pareció brillar como un árbol de navidad y Obito sintió una gota de sudor caer por su rostro... esta niña cambiaba de ánimo muy rápido— ¡Mi nombre es Habibi Jin! Puedes llamarme por mi nombre —la niña se sonrojó tímidamente y Obito suspiró internamente.

—¡Como quieras, Jin-chan! —Obito se estremeció al sentir la similitud entre el nombre de esta chica y el nombre de por quien casi destruyó el mundo.

Dios... él... él realmente era un-

—¡Obito-kun, vayamos por unos dangos! —Jin tomó las manos del Uchiha entre las suyas y acercó su rostro tanto al niño que él se sonrojó ligeramente por la cercanía.

—B-bien... —tartamudeó torpemente Obito mientras era arrastrado por Jin, la cual no había soltado su mano en todo ese tiempo, mientras que con la otra llevaba la bolsa de papel con frutas y verduras.

Obito miró su mano fijamente mientras estaba acostado en la cama de su "habitación".

Él... no había pensado en absoluto mientras estaba con la niña de cabellos azul-celeste, él... por primera vez en meses, años, de su vida había estado libre de pensar en cualquier tipo de plan o en las consecuencias de sus acciones, sus actuaciones de un niño normal y feliz en algún momento se habían vuelto... reales.

Obito se estremeció.

Esa niña era rara.

Lo bueno, se consuela Obito a sí mismo, es que nunca más la volvería a ver.

No entiende porque ese pensamiento lo hace sentirse un poco desanimado, pero lo descarta rápidamente y empieza a pensar en el futuro.

Estaba a un total de dos semanas a punto de entrar a la academia ninja, por lo que tendría que pensar cuidadosamente en sus acciones a partir de ahora. Primero, sabía que tendría que trabajar su control de chakra, porque era patético; inexistente, también tendría que empezar a entrenar su físico, mientras antes pudiera soportar la carga del Mangekyo, mejor.

-aunque honestamente, Obito dudaba en que su cuerpo normal pudiera utilizarlo, la única razón por la que antes podía utilizarlo libremente era por la regeneración absurda de las células de Hashirama y él había presenciado de primera mano los efectos del Mangekyo al estar junto a Itachi durante tantos años en Akatsuki-.

Otra cosa que tendría que estar atento es a cómo podría ayudar a Sakumo en su misión o, en su defecto, a Kakashi y su depresión post la muerte de su padre...

So Simp [Yandere! Uchiha Obito]Where stories live. Discover now