17. Apocalypse

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Cuando Alex despertó al día siguiente, se sorprendió al encontrar el brazo de Joel rodeando firme su cintura, envolviéndola. Su espalda estaba pegada a su pecho y podía sentir su respiración calmada detrás de ella. Tan pacífica.

Se giró hacia él despacio para no despertarlo y reparó en su rostro cansado, agotado incluso cuando estaba profundamente dormido.

—Joel... —murmuró cerca de su rostro tratando de despertarlo con tranquilidad. —Joel. —dijo poniéndo una mano en su hombro.

En cuanto abrió los ojos se puso alerta rápidamente y presionó su agarre. Alex le puso una mano en el pecho y sintió su corazón latiendo rápido bajo sus dedos.

—Tranquilo.

Joel parpadeó varias veces hasta que los ojos azules de Alex se hicieron nítidos frente a él y suspiró estirando una mano para tocarla. Probablemente sería el último día que despertarían juntos. Sus dedos recorrieron los márgenes de su rostro pálido hasta abajo y dejó su mano descansando en su cuello. Sintió su pulso.

Le costaba entender cómo una persona podía vivir y de pronto, sólo dejar de hacerlo.

—¿Listo para volver a casa? —preguntó Alex por lo bajo.

Joel negó.

—Vamos. Regresarás a casa a hacer cosas de Joel, con Ellie y sus ovejas.

—Ellie está molesta conmigo. —Alex arrugó la frente cuando escuchó eso. —Nos escuchó discutiendo ayer.

—Se le pasará. Sólo... se preocupa por tí. —Alex le puso una mano en el hombro y presionó con cariño. —Te cuidará.

—Alex, yo... —comenzó a decir, pero el sonido de la puerta los alteró y después la voz de Cloe del otro lado. No la habían escuchado entrar a la cabaña.

—¿Alex? —Alex se incorporó rápidamente y comenzó a ponerse los calcetines.

—¡Ya voy! —Joel se sentó en la cama y se llevó una mano al puente de la nariz.

—Tenemos los resultados, estaré en mi oficina cuando estés lista.

Alex miró a Joel y luego hacia la puerta mientras se subía los jeans.

—¡Voy para allá!

La pelinegra se quedó quieta escuchando como sus pasos se alejaban y terminó de vestirse rápidamente. Joel, que se había sentado en el borde de la cama, le sujetó el brazo antes de que se fuera.

Cuando Alex dio con sus ojos tristes que la miraron desde abajo, dudó por unos instantes.

—Joel...

—No te vayas sin despedirte. —le dijo, su voz casi era un susurro.

—Volveré. —dijo ella asintiendo.

El frío de la mañana le caló los huesos y se acomodó la chaqueta mientras caminaba hacia lo de Cloe. Sintió cómo su estómago vacío se removía por la ansiedad. Cuando entró a su despacho, Cloe estaba con dos personas más que usaban batas médicas.

—Alex, siéntate. —Alex hizo caso y se preparó para escuchar. Había decidido que sería lo más breve posible en todo lo que pasaría a continuación. Decir que sí, despedirse de Joel, respirar por última vez.

—¿Y bien?

—Tu secuencia demostró ser... completa.

Cloe le entregó algunos papeles que Alex ojeó sin entender.

—Lo que significa que contigo podríamos tener una cura. —agregó Cloe.

Alex dejó caer los papeles en el mesón frente a ella y asintió en silencio. El alivio la invadió súbitamente porque no tendría que ser ella misma la que acabara con su vida.

Me and The Devil [Joel/Pedro Pascal Fanfic] TERMINADOWhere stories live. Discover now