5. Runaway

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Para cuando Joel logró llevar a Alex con la comunidad de mujeres sitiada cerca de la autopista, ya temblaba en fiebre y su ropa estaba mojada.

Cruzó las puertas metálicas con ella en brazos y vio como la mujer que lo había guiado enviaba al niño hacia los establos con el caballo.

-Asegúrate de que se alimente. -le dijo antes de entregarle las riendas. Gus caminó con el animal hacia un sendero en el interior del refugio y Pedro reparó en las mujeres armadas en la entrada. Otras asomaron desde las casas y trató de no intimidarse bajo las miradas curiosas mientras avanzaba.

-No nos visitan muchos hombres. -dijo la mujer junto a él. -Soy Sandra, por cierto.

-Joel. -asintió.

La siguió hasta una especie de bodega que estaba adaptada como enfermería y Sandra le pidió que dejara a Alex sobre la camilla. La pelinegra murmuró cuando su espalda dió con la colchoneta y no soltó el brazo de Joel, con su mano aferrada en su chaqueta. Se sobresaltó cuando abrió los ojos, notó la presencia de Sandra y se movió inquieta.

-Tranquila. Estoy aquí para ayudarte. ¿Si?

Alex apretó los dientes al recuperar algo de lucidez y miró a Joel buscando respuestas.

-Está bien. -la tranquilizó el mayor. -Puedes soltarme.

Alex aflojó su agarre y gimió ante los temblores de su cuerpo, le costaba respirar y la luz de la habitación le quemaba los ojos.

-Ayúdame a quitarle algo de ropa.

Joel y Sandra la desvistieron a medias con cuidado y Alex gruñó cuando la mujer limpió la herida con suero.

Joel dejó su ropa en una silla del costado y Alex quedó solo con la camiseta de tirantes que llevaba bajo las capas. Él reparó en algunos moretones de su cuerpo, que seguramente había conseguido en Jackson.

-Le inyectaré penicilina. Y si tenemos suerte estará mejor mañana. -dijo antes de presionar la aguja contra la piel herida de Alex, la joven gimió en respuesta, sus ojos azules destellaron hacia la mujer con furia, pero se desvanecía entre la fiebre. -Tiene carácter.

Joel apretó los labios.

-Ni lo digas.

Sandra le puso un sedante antes de llamar por radio a una de las mujeres para que hiciera guardia. Después invitó a Joel a comer.

El lugar se parecía bastante a Jackson, haciendo a un lado el hecho de que no había ni un solo hombre. Joel siguió a Sandra hasta un amplio comedor y permaneció en silencio en una mesa de madera mientras ella se acercaba a la cocina, después volvió con un plato de sopa y fue en ese momento que él reparó en el hambre que tenía.

En pocos minutos el plato quedó vacío frente a él y trató de ignorar algunas miradas que lo observaban, no se sentía cómodo en el lugar y esperaba que Alex se recuperara rápido. No es que le preocupara tanto, pero mientras más rápido acabara todo, mejor.

-¿A dónde se dirigen? -Sandra bebió de una taza humeante frente a él y Joel frunció el ceño.

-No es tu problema. -masculló. La mujer alzó una ceja y tensó su mandíbula frente a él y Joel cedió ante el repentino silencio a su alrededor y unas miradas de reproche. -Buscamos... a las Luciérnagas.

-Pff... oí que se extinguieron. -él negó.

-Al parecer todavía quedan algunas pululando.

-La última vez que oí de ellas supe que un loco mató a una de sus líderes y masacró a una base completa.

Me and The Devil [Joel/Pedro Pascal Fanfic] TERMINADOWhere stories live. Discover now