CAPITULO 26

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Al salir del restaurante Robert abrazó fuerte al muchacho y le dijo que su madre estaría orgullosa de él y que no se olvidará de su hermano ERICK a lo que él le respondió que confiaba en el tiempo, en las situaciones y sabia que la vida lo pondría de nuevo en su camino para conocerse, mientras se despidieron y ROBERT se marchó en su camioneta. Y ahí en ese restaurante fue donde todo empezó, donde conoció a ROBERT y gracias a eso pudo conocer la verdad, SU VERDAD.

BRIGGIET y el caminaron rumbo al orfanato en un silencio pacífico.

-La herencia que dejo SANDRO a tu madre sigue intacta en la cuenta de banco por si algún día necesitas sacar dinero de ahí en ese viaje que vas hacer puedes hacerlo.

-Muchas gracias, pero pienso ganar mi propio dinero con mi esfuerzo y trabajo vere que se cruza para salir adelante, no te preocupes.

-¿No vas a despedirte de SAID?

-No me siento bien del todo para hablar con él, necesito tiempo y espació.

Aun así, la monja lo abrazo y le dio su bendición -Te estaré esperando siempre mi niño, cuídate mucho no olvides llamarme y escribirme -Mientras se retiraba a su habitación a llorar silenciosamente, orando y pidiéndole a DIOS y a su hermana que lo protegieran de todo mal.

Al caminar por última vez por los pasillos de lo que el conoció como su hogar y observar el grande letrero que tenía el orfanato "LA TEMPESTAD" recordó sus etapas, sus juegos, su infancia, pero no con dolor ni como un niño huérfano sino como un niño feliz. Despidiéndose de él lugar que tanto le dio y tanto vivió hizo que las lágrimas cayeran pero era de felicidad a lo lejos vio a SAID orando en una capilla del jardín mirando hacia la estatua de DIOS nuestro señor. El hombre que su infancia le tuvo miedo por sus actitudes prepotentes y egocentrismo ahora se le hacia una persona herida, con culpabilidad, con una carga de conciencia fuerte y una depresión severa.

Nunca se sabe la historia que hay detrás de las personas ni porque son y actúan así y creo que no debemos de juzgar porque al final no sabemos que problemas peleas, luchas internas tengan cotidianamente o que estén pasando silenciosamente de hecho deseaba que tuviera un poco de paz y tranquilidad en su alma y su conciencia.

Así se fue caminando felizmente silbando sonriendo y respirando el aire fresco, viendo el paisaje que la vida le regalaba día con día y pocos valoraban en busca de su felicidad siendo él y sintiéndose libre de un gran peso dejando atrás LAS MEMORIAS DE LA TEMPESTAD.

FIN

MEMORIAS EN LA TEMPESTAD.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora