MEMORIAS EN LA TEMPESTAD.

CAPITULO 21

Para ella los días no pasaban, ni las horas ni los minutos. Estaba perdida en su mundo porque ella no estaba ahí tal vez su cuerpo si estaba sufriendo, pero su mente estaba en esa pequeña cabaña con sus dos hijos y su esposo abrazados. Ya no era la chica que alguna vez fue, ya no hablaba y su mente estaba en otro lugar con la mirada perdida no asimilaba todo lo que había pasado en tan poco tiempo su vida se desvaneció, su amado el hombre que le juro amor y protección eterna la había traicionado, la entrego a su padre y le quito a sus hijos ¿Dónde estarían sus hijos? Vio como le dispararon a SAID estaba segura que lo había matado ¿Quién cuidaría y se haría cargo de sus bebes? Ahora ella estaba en un sótano encerrada y muriendo lentamente por los golpes ya que su padre bajaba todos los días a golpearla de forma violenta y salvaje no la alimentaba ni le daba agua, el frío, el hambre, la sed y desangrase la estaba debilitando jamás volvería salir de ahí, ¿Ese era su castigo por pecar? ¿Era ese su final? Sabía que si, por haber creído y confiado en un hombre que al final no era lo que esperaba ni necesitaba. Le dolía no haberse podido despedir de su hermana y no abrazar a sus bebés fuerte por ultima vez. Con ese pensamiento fue quedando profundamente dormida en el suelo hasta que sintió una paz extraordinaria y nada de dolor, se sentía bien y libre...

A la mañana siguiente el que descubrió su cuerpo fue su padre quien bajo al sótano a darle una paliza más y ella ya no respondió. Fue un dolor difícil para toda su familia pues nadie entendía nada ni que había pasado.

Después de días del velorio de su hija SANDRO se sintió culpable y el mismo se entregó a la mafia italiana de la cual se había escondido por años para que lo matarán, quitar ese dolor y agonía que lo consumía así fue como lo torturaron y le dispararon a sangre fría después de mantenerlo en cautiverio un mes, murió con lágrimas en los ojos pensando en su hija y pidiéndole perdón.