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George tenía un problema, un gran problema que tenía que ver con su hermana menor, Louise.
Ella peleó con uno de sus compañeros por intentar defender a un amigo, una pelea a base de lanzarse cuadernos y lápices.

Eso no resultó bien.

Louise le clavó un lápiz a la mano de su compañero, haciendo una cicatriz marcada en su palma. El compañero, llamado "Bernard", tenía un hermano. Curiosamente era también un compañero de George, Richard, John y Paul. Este se llamaba Robert, y era bastante problemático.

Bernard le contó a Robert lo sucedido y este se enojó con Louise. Cuando fue lunes otra vez, quizo hacer una maldad más. Robert esperó a que las clases terminen y los alumnos salgan para sus casas para por fin vengarse.

George iba por un camino que estaba pasando por un cementerio. Robert fué en su bicicleta, por lo que llegó a alcanzar a George para golpearlo.

George no lo vió escabullirse entre las lápidas, y cuando se enteró, era tarde.

Su cabeza terminó estampada contra una lápida con mucha fuerza, Robert estaba estampándole la nariz y frente al muro de roca gigante.

George murmuraba quejidos y gemía levemente del dolor, y Robert solo lo miraba enojado.

—Tu hermana se metió con el mío, vos vas a pagar por eso.—Exclamó con furia.

George se limitaba a quejarse y mantener sus ojos lo más abiertos posible para no perder el conocimiento. Pero después de unos segundos, sintió su cabeza arder. Sus ojos pardos se cerraban lentamente y sus piernas temblaban, vió como Robert miraba a sus alrededores y lo escuchó murmurar un insulto. Al segundo el abusador soltó los cabellos de George con brusquedad, se paró correctamente y buscó su bicicleta para escapar. George no entendía nada, hasta que con todas sus fuerzas pudo oír a unos muchachos riendo a lo lejos. Sólo pudo murmurar por ayuda, pero sintió su cuerpo sudoroso, empezó a decaerse y sentir náuseas, al cabo de unos segundos cerró sus ojos y cayó rendido.

[...]

Richard y John estaban caminando hacia el cementerio, era un atajo para pasar por Blackpool, donde John se encontraría con su madre.

Luego de pasar por algunas lápidas, riendo y charlando, los amigos se encontraron a lo lejos a una persona tirada en el suelo, que al principio habían confundido con un perro durmiendo. Richard abrió sus ojos como platos y rápidamente agarró a John por la manga de la campera para irse corriendo a ver al golpeado.

—Es George...—Reconoció Richard al segundo en que lo vió, aterrorizado al ver su cara magullada.

—¡Como pudiste reconocerlo! casi ni se ve su cara con toda esa sangre.—Contestó John con sus ojos puestos en el ojipardo.

Richard se arrodilló y se acercó a George, puso su oreja en su corazón y examinó sus latidos. Si latía. Richard soltó un suspiro y miró a John.

—Vamos a mi casa, llevémoslo.—Exclamó asustado, y recibió a cambio un asentimiento por parte de John.

Los dos amigos empezaron a cargar a George hasta la casa de Richard, que por suerte solo estaba a unas cuadras.

Ya estando ahí lo limpiaron y bañaron, le quitaron su ropa y le pusieron una nueva, y lo dejaron recostado en la cama de Richard.

—Ringo... tengo que irme.—Dijo John mientras limpiaba sus manos, manchadas de alcohol y sangre seca.—Julia me espera en su casa, ya tendría que estar ahí.

Richard sabía que Julia era la madre de John, por lo que sólo asintió.

—Bueno, nos vemos mañana.

°todo mi amor...° 【starrison】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora