Solangelo

Capitulo 17

Bueno primero que nada, quería agradecerles por todo el apoyo que me dan a que siga la historia. Gracias por los comentarios y los likes. Me encanta compartir el amor de Solangelo con otros shippers así que nada ¡Muchas gracias!

Psta: ¿A que el anterior capitulo esta super-mega dramático? Hasta yo me puse nerviosa escribiendolo </3

En el Olimpo.

Apolo jamás se había sentido con tan poco entusiasmo en milenios, por supuesto ya sabía que la misión se llevaría acabo de esta manera, pero que la diosa de la Niebla y el padre de Nico los encontrara en el mismo momento...

Su hijo, oh pobre Will. Apolo intentaba ingeniarse para avisarle a su hijo de una posible salvación.

- Zeus déjame advertirle, por favor. Solo así el podrá luchar.

Zeus, el Dios del cielo, no respondió. Al cabo de unos segundos negó con la cabeza.

- No. Dejaremos que luche por la causa. Solo así tendrá un motivo.

Tras esas palabras, Afrodita se puso de pie.

- ¿Que no tiene razón para luchar? ¿Que no ves las lágrimas que mojan la camiseta de ese chico Di Angelo? Will Solace está abrazando a su razon de lucha.- le corrigió la Diosa. Apolo jamás la había tomado en serio pero por una vez, Afrodita había dicho la verdad.

- Afrodita...¿crees que será un incentivo suficiente?- le preguntó el Dios intentando alegrarse un poco.

- Bueno, creo que servirá para que el chico no quiera morir- respondió Afrodita sin dudarlo.

Apolo sonrió satisfecho. Al menos había una oportunidad.

Ares se había puesto de pié.

- Oh, vamos. Esto tiene que tener un poco de pelea, si no esto se pondrá aburrido. Quiero acción señores.- dijo poniendo el puño en su asiento.

- Todos queremos acción- suspiró Afrodita poniendo morritos.

- Tu quieres otra cosa, querida- le contestó Atenea irguiéndose en su asiento, puso mala cara y no miró a la Diosa que tenía a su lado.

Afrodita también le dio la espalda y se enfurruñó en su asiento sin decir nada.

- Oh, solo espera Ares, ya tendrás la acción que buscas- contestó Hefesto mirando al Dios de la guerra con una sonrisa triste.

Apolo se quedó viendo a su hijo caminando entre los pastizales sin dejar de pensar, "Por favor que este plan funcione"

Will

Rayos, ese beso no era un despedida. Will intentaba concentrarse en eso, "no significa un adiós, tonto" pensaba a cada rato. Tal vez solo significara un "hasta luego" al menos tendría una oportunidad más para volver a ver a Nico.

- ¿Cuando crees que aparecerán las Cazadoras?- le preguntó Will al pelinegro.

- No lo se, me imagino que en algunos kilometros más.

Nico tomó la mano de Will mientras seguían caminando. El día era de esos días en donde quieres dormir y nunca salir de la cama. Estaba nublado y el viento congelaba el aire, las mejillas de Will estaban tan frías que sentía como si pudiera fabricar hielo de ellas.