Capitulo 8

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Will



Will se despertó en el suelo de la cabaña de Hades. No eran más de las 5 de la mañana, pero se levanto igualmente y contemplo el lugar. Era oscuro y frío, no había otra cama además que la de Nico. Sobre la mesa de luz de este se hallaba un porta retrato de su hermana Bianca, a su lado también se encontraba una fotografía de Nico y Hazel, en la foto Nico no sonreía pero se lo veía feliz...completo. Will giro la mirada y vió a Nico dormir sin la frazada, caía un pequeño hilo de baba por su rostro y tenía el cabello despeinado. A Will le pareció la imagen más adorable jamás vista. Agarro la frazada que Di Angelo le había prestado y se la colocó encima a Nico. Este se revolvió pero siguió durmiendo sin inmutarse. Will salió por la puerta de la cabaña sin hacer ruido. El campamento estaba cubierto por una capa de niebla y se veía al sol salir para iluminar un nuevo día. Will corrió hacia la cabaña de Apolo, intentó entrar por la ventana para que no lo descubrieran. Al cerrar la ventana tras de sí, Kayla se desertó de golpe.

-¿Quien es? ¡Austin despierta! - se sobresaltó. Will se golpeó la cara al ver tal desastre.

- Kayla, Austin, soy yo.- les aclaró Will.

-¿Qué hacías afuera?- Le preguntó Austin bostezando.

Will se lo pensó un momento, no le convenía decir lo de Nico, aunque... sinceramente, no le molestaría mucho decirlo.

- Estaba con Di Angelo.

Kayla y Austin miraban sin dar credito a lo que había dicho.

- Estabas con Nico...¿ El chico fantasma?- preguntó Kayla.

- Si, el único Di Angelo del campamento. No es gran cosa, sigan durmiendo. En unas horas debo irme.

Kayla y Austin siguieron si dar crédito pero en un abrir y cerrar de ojos, se encogieron de hombros y siguieron durmiendo.

Will miró su reloj. Ya eran 5:30, en media hora debería irse. Quiso acostarse e intentar dormirse, al menos un rato sin tocar un piso helado. La mochila con sus cosas estaba en la esquina de la habitación, su arco y sus flechas descansaban sobre ella. Estaba temblando literalmente, así que miró sus manos e intentó crear algunos rayos para calentarse...pero nada salió. Su mano estaba tan helada como el resto de su cuerpo, la luz no salía. "...la luz de Apolo se ha perdido...." pensó Will. Oh no, esto era peor de lo que Will pudiera imaginar. Will suspiró y susurro para sí mismo "la encontraré padre, te lo prometo." Luego de eso Will serró sus ojos y se durmió a pesar del frío.


La media hora había pasado más rápido de lo esperado. Will se despertó sobresaltado al oír que golpeaban su puerta.

- Despierta Solace, debemos irnos.- le decía Percy desde el exterior.

A Will le tomó solo unos segundos vestirse y agarrar sus cosas. Salió por la puerta y se encontró con Nico y Percy ya vestidos y preparados.

- Hola chicos- les dijo. Percy lo saludo con la mano sonriendo y Nico asintió.

- Bien, espero que lleves comida porque no hay tiempo de que desayunes, así que iremos directo a la playa.

Will asintió sonriendo, le encantaba la playa. Nico le sonrió apenas y se acomodó su mochila al hombro.

En la playa, Will comenzaba a sentir la adrenalina que la misión le prometía. En la costa había un barco aparcado con unos salvavidas.

- ¿Iremos al reino de tu padre en eso?- le preguntó Nico.

- Si, ¿Acaso andar en barco no va contigo Di Angelo?- le preguntó Percy con una enorme sonrisa en el rostro.

Nico frunció el ceño pero siguió caminando. Los tres campistas se subieron al barco, Will temía marearse allí arriba, pero no prestó atención a las correas que Percy le colocaba en el salvavidas. Zarparon y Will se agarró fuerte de la baranda del barco. Nico estaba más pálido de lo normal, pero estaba serio como una roca.

Llegaron a bastante distancia de la costa, donde Percy detuvo el bote.

- Bien, aquí hacia abajo está el reino de mi padre. Como no pueden respirar ni soportar la presión, los meteré en una burbuja de aire para que puedan bajar conmigo.

-Gracias Jackson.- le agradeció Will.

-Si, como sea...más que esto no podré ayudarlos chicos.

Will y Nico asintieron a la par. Percy se metió al agua sin siquiera sacarse la camiseta, cuando salió estaba seco como si nunca hubiera tocado el agua.

- Métanse, ahora. - dijo Percy desde el agua.

Will y Nico se miraron, asintieron y se arrojaron al agua. Al chocar contra la helada agua, sintió que los huesos se le demolian. Nico, en cambio estaba perfecto, excepto por el cabello pegado a su rostro. Percy los hundió, Will se sintió de una manera muy extraña, así que intentó no respirar.

- Oye, viejo, respira y abre los ojos- le dijo Percy. Will no se había dado cuenta de que los había cerrado. Así que los abrió y se dió cuenta de que estaba en una burbuja bajo el mar.

-Oh por los Dioses, esto es estupendo.- dijo Will sonriendo sin poder evitarlo. Nico estaba con él en la misma burbuja. Percy los impulso generando corrientes con el agua.

-Esto es genial- murmuró Nico para sí mismo. Will lo empujo con el brazo para animarlo.

-Oye, no hace falta que lo murmures, no incomoda que digas tu opinión, viejo- Nico lo observo y le dedico una pequeña sonrisa. A Will se le volcó el corazón.

-No me llames viejo.

- Oigan tortolos, ¿pueden dejar de adularse? Ya casi llegamos- Percy puso lo ojos en blanco mientras bajaban a más profundidad.



SolangeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora