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¡Por lo que sea digno de creer!

Yo, Luz Noceda, la persona más torpe que alguien puede conocer, por poco besa a la grandiosa Amity Blight.

¿Que tan loco es eso?

Ella es una persona maravillosa, puede conseguir a la persona que sea, y ella, a tan solo cinco centímetros de mi, estuvo a punto de besarme.

Estoy confundida.

—A ver, niña, ¡Cálmate!—Eda grito a mi odio mientras yo me volvía loca—Todo va a estar bien, ¡Se nota que claramente le gustas!—Eda dijo, intentando animarme, me escondí debajo de mi cobija, avergonzada.

—No se en que creer, Eda.—Dije, aún debajo de la manta—¿A qué te refieres?—Dijo, tentando mi cabeza por encima de la cobija morada que me cubría por encima.

Suspiré—No lo sé...Ella es genial, hermosa, y me trata como un amigo trataría a otro amigo, no veo esa chispa, y si en verdad siente algo por mi, lo oculta demasiado bien.—Dije al sacar mi cabeza de la cobija.

Eda acarició mi cabello—Mira niña, las decepciones amorosas siempre van a existir, pero lo que tienes que hacer, es no preocuparte por ellas, ¡Arriésgate, vive tu vida! Se libre, si ella no siente lo mismo, ella pierde, no tú.—Eda sabe demasiado de esto, a veces siento que ella y yo somos como Ginny y Georgia, excepto que yo si me preocupo por Georgia.

Eda es la persona a la que mas le tengo confianza, sin ella, tal vez ya hubiera tenido una crisis existencial aún mayor a las que tengo ahora.

Sonreí, agradecida—Lo pensaré, ¡Gracias Eda!—Abrace a Eda un segundo, para que ella después saliera de mi habitación en rumbo a la oficina, ella aún tiene que ver a sus pacientes.

Entre estos, está Amity.

A veces solo quiero que Eda me cuente todo lo que Amity le dice en sus sesiones, me relajaría saber lo que dicen, pero sé, como paciente, que es algo muy delicado y que no puede decírselo a nadie, ni siquiera a su propia familia.

¡Ugh! ¿Que se supone que haga ahora?

Estoy perdiendo el tiempo metida en mis propios pensamientos, que por poco se me olvida que tengo escuela.

Corrí por toda la casa intentando buscar mi mochila, cuando por fin la encontré, comencé a tomar todo lo que veía y lo metía dentro.

Revisé el reloj.

07:36a.m.

¡Voy a llegar tarde!

Salí corriendo de mi casa, tomando mis audífonos para pasar bien este rato de mi día.

Oh No! de Marina sonaba en mis audífonos, mientras yo tarareaba su melodía en rumbo a la escuela.

Esta vez, no llegué a tomar el camión, me
maldije a mi misma cuando lo noté, así que tuve que caminar a la escuela.

Fue un camino muy aburrido, pero al mismo tiempo, disfruté este momento de tranquilidad.

Ya lo necesitaba.

Al llegar a la escuela, vi como Willow hablaba con un chico mayor que ella, ese debe ser Hunter.

Me dirigí hacia ellos, no queriendo interrumpir pero curiosa por su platica—¡Hola Willow!—Dije, intentando sonar desinteresada—Oh, hola Luz, este es Hunter, es el compañero de Gus en Volleyball.—Eso ya lo sabía—¡Oh! Bueno, es un gusto conocerte Hunter.—Extendí mi mano, la cual el apretó con calma.

—El gusto es mío, Luz, Willow ha hablado mucho de ti.—Hunter me sonrió para luego ver a Willow, esta, avergonzada—Aww, ¿Enserio? Se nota que me adoras, Will.—Intenté avergonzarla, pero eso ya parecía algo imposible.

Hunter rió, era un chico agradable, al parecer ya era parte del grupo, debo admitir que fue lindo ver a otra persona diferente, y que esta, de verdad quiera ser amigo nuestro.

El día en la escuela no estuvo nada mal, pero, en la salida, Willow llego por detrás, asustándome.

—Entonces, ¿Cómo era el nombre de la chica que te gustaba?—Me sonrojé al escucharla—¿Qué?—Volteé a verla, con la pena marcada en mi cara—Ay, Luz, no te hagas la difícil, yo se que te gusta.—No puedo ocultarle nada, es en serio.

—¿A Luz le gusta alguien?—Llegaron Hunter y Gus a la platica, que buen día—Le encanta alguien, mejor dicho.—Cubrí mi rostro con mis palmas, queriendo desaparecer.

Hunter tomo mi hombro—Que infantiles son, si ella nos quiere decir, nos dirá.—¿Hunter me
defendió? Wow, nunca pensé que alguien me defendería del maltrato de Willow, pero eso me hizo sentir más segura de lo que saldría de mi boca.

—Su nombre es Amity...—Dije, sonriendo por lo bajo—Amity, que lindo nombre, ¿Cómo la conociste?—Dijo Gus—No se cansan de hacer preguntas, ¿Verdad?—Dije, viéndolos algo enojada.

Ambos, Willow y Gus, rieron fuertemente, mientras yo y Hunter nos mirábamos confundidos—Lo sentimos, es que, no te veíamos así de enamorada desde hace tiempo ya.—Dijo Gus, limpiando una lagrima de su rostro.

—Jaja, que graciosos que son, me estoy muriendo de la risa.—Dije en un tono molesto, Hunter se rió por mi reacción—¡Jaja! Por fin alguien que tiene sentido del humor, no como estos dos idiotas de aquí.—Hunter señalo a Willow y Gus, y yo, sin poder aguantar la risa, me reí hasta que una lágrima cayera de mi ojo.

Los dos antes mencionados se quedaron serios a la platica que Hunter y yo tuvimos, al parecer ya no es tan divertido.

Willow suspiró—Me tengo que ir.—Hunter y yo nos vimos, dejando de reír—No, Willow, era broma, ¡Espera!—Dijo Hunter, persiguiendo a Willow mientras yo intentaba convencer a Gus de perdonarnos.

Debo decir que Hunter es la persona de la que me he hecho amiga mas rápido, llevo seis horas de conocerlo y ya es de los mejores amigos que he tenido en la vida, no es que tenga muchos amigos a decir verdad.
Pero creo que el y yo conectamos muy bien, extrañamente, demasiado bien...

Hoy Amity no puede salir, esta castigada por no llegar a casa a tiempo, me siento mal por ella, no es su culpa que su padre no pudiera cubrirla, no es su culpa que su madre sea una maniática.

Al llegar a casa le mande un mensaje diciendo:

"¡Hola Amy! Se que no puedes salir hoy, así que decidí mandarte un mensaje para hablar un poco, tal vez no tienes tu teléfono pero aún así debía intentarlo."

Por fortuna, Ella sí contestó.

"¡Hola Luz! Siento tanto no poder salir hoy, de verdad quería hablar contigo hoy, mi madre está loca, siento tanto que tengas que soportarnos, pero sí, deberíamos hablar un rato por aquí."

Ese rato se convirtió en horas en las que no me
despegue de mi teléfono ni un momento, abierta a cualquier mensaje de Amity, por más tonto y cursi que suene.

"La amo tanto que, de verdad, haría todo por ella."

ºThe NeighborhoodºWhere stories live. Discover now