Capítulo 18

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"Lo mío fue un acto de justicia.
Te robé un beso porque tú llevabas meses robándome el sueño."

-Mario Benedetti.

Mi padre solía decirme en repetidas ocasiones, que la vida había que vivirla sin miedos, había que vivirla con valentía y de no ser así, solo era una cobarde.

Y el cementerio era un lugar lleno de cobardes. Recuerdo que siempre repetía que a los muertos de miedo nadie les llevaba flores.

Solía decir que lo único que podía conseguir con miedo sería lamentarte cada mañana de lo que no había tenido el valor para hacer hoy.

Recuerdo que una vez me llevo al parque y yo solía tenerle miedo al tobogán, sentí que al lanzarme por ahí acabaría con las rodillas hechas trizas, y por más que llegaba a la cima, nunca me atreví a lanzarme, siempre por el miedo de destrozarme las rodillas.

Recuerdo que mi padre dejó pasarlo por un tiempo, pero al ver que mi miedo cada vez era más grande me tomó de la mano y nos sentamos en un banco del parque.

—¿Tu nunca sentiste miedo de algo papá?.—pregunté con una lágrima resbalando por mi mejilla.

Asintió.

—Todos los días me levantó con miedo, pero nunca dejó que él tomé el poder para decidir.—limpio mi lágrima.—Ahora es tu turno, es hora de decidir mi niña.

Mis ojos fueron de nuevo hasta el tobogán.

—Pero, dolerá...

—No importa que duela la caída, importa el valor de haberlo intentado, una y otra vez.—aseguró mi padre.

Sus palabras tuvieron un efecto muy grande en mí, ahora las idas al parques se volvieron más divertidas, dejé de tenerle miedo a la caída y me lancé. Por sorpresa mis rodillas estaban intactas me giré para ver a mi padre y esté estaba sonriéndome orgulloso corrí hasta él y esté me alzo entre sus brazos.

—Te amo, papá.

—Y yo a ti, pequeña.

Desde ese momento entendí que para lo único que me serviría el miedo sería para fracasar.

Es hora de dejar de pensar en el "Si tan solo lo hubiese hecho...", y comenzar a pensar en un "Puedo hacerlo".

Hoy tenía que hablar con Chase, él merecía una explicación, él merece alguien que lo quiera por completo, así cómo yo quiero a Elika.

Ya no tengo miedo, porque hoy estoy decidiendo sentir.

Mi cabello resbalaba entre mis hombros y al verme en el espejo dudo en si dejarlo así, o atarme una coleta.

Sophie había llegado de vacaciones y nos invitó a una fiesta en su casa para celebrar una noche buena atrasada.

Elika no tenía ánimos de ir así que tuve que insistirle y besarlo mucho para que asistiera conmigo. Por otro lado, Chase ha estado escribiendo en cada momento, e insistir en querer verme.

Él ahora estaba con sus padres así que supuse que no iría a la fiesta de Sophie, lo cuál era algo increíble ya que hablar con él en una fiesta no era la mejor opción.

Escuché cómo los pasos de alguien subían hacia mi habitación, y supuse que sería Elika.

—Recuérdame la razón por la cual asistiré a esa fiesta.

No me sueltes. Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin