Capítulo 12

214 12 0
                                    



Me mirabas y me decías
"eres todo lo que anhelo"
ahora amas a alguien más mientras yo en mi soledad muero

-Eylin Zoé

Llevo desde que tengo uso de razón asistiendo a los partidos de Elika, nunca desarrollé una pasión muy grande hacia el deporte solo lo veía por lo bueno que estaban los jugadores y por mi mejor amigo.

Estaba decidida en hablar con Elika, deseaba hablar con él cuando su partido terminase, necesitaba explicarle muchas cosas, y más que cualquier cosa deseaba que me escuchase.

¿Por que estoy tan ansiosa y nerviosa?

Siempre me sentaba en las gradas aunque el entrenador siempre me insistía por estar cerca de ellos, yo prefería no seguirme ganándome miradas de odio de las chicas del instituto, así que me quedaba en cualquier lugar libre de las gradas, casi siempre Sophie me acompañaba, aunque siempre llegaba tarde.

Al llegar sabía que esto estaría a reventar, estoy segura que más fácil encontrabas una aguja en un pajar que un puesto libre aquí.

Después de dar vueltas y golpear unos cuantos fanáticos y adolescentes hormonales, me senté en la primera fila de las gradas, lo cual fue una gran sorpresa tener esos asientos, textee a Sophie donde me encontraba y ella me texteo de vuelta informándome que se tardaría porque no habían muchos puestos para estacionarse libres.

Las gradas se dividen por dos equipos, el de nuestro instituto y el contrario, por supuesto un buen juego siempre acaba con hombres moliendose a golpes o en su defecto tirándose camisetas o cervezas.

El sol comenzaba a esconderse y el campo estaba muy bien iluminado, realmente el instituto no tenía presupuesto para unos buenos desayunos, pero claro que lo tenía para tener el mejor campus del país.

Los equipos comienzan a salir, uno tras otro corriendo con sus cascos, calentarían primero y luego empezaría el partido, le escribí a Sophie y ella me respondió que ya tenía puesto de estacionamiento pero se distrajo comprando golosinas.

¿Donde estás idiota?

Elika no salía, y aunque sabía que era el líder y siempre era el último en salir se había tardado demasiado.

Y cómo si la ley de atracción funcionase, el número 18 salió cometiendo de la mano con el entrenador.

Todos los chicos del equipo habían elegido sus números, algunos no tenían nada especial, otros simplemente les gustaba ese número o era el favorito de ellos, pero, el número de Elika era especial ya que él llevaba la fecha de mi cumpleaños en su camiseta.

Recuerdo que el día que le entregaron su camiseta lo había acompañado  y al ver su número mi cara de interrogación fue innegable y allí me confesó que yo era su amuleto de la suerte, y ya que no puedo estar a su lado en el partido, al menos podría llevarme consigo es cómo si siempre lo tuviera abrazado.

Esto significa más ahora, de lo que significaba cuando me lo había enseñado.

Joder.

¿Por qué tuviste que confesarme todo esto ahora?

—Ada.—escuchó la voz de mi amiga aproximarse hasta mí.—Maldición, pensé que nunca llegaría.—bufo mi amiga entregándome un par de golosinas, al sentarse se centró en el campus y se fijó en cada uno de los jugadores.—Joder, los chicos del equipo contrario están muy buenos.

Rodee los ojos y comencé a comerme las golosinas, mis ojos no se despegaron ni un segundo del número 18, y estoy segura que él sintió mis ojos sobre él ya que al voltearse sus ojos chocaron con los míos.

No me sueltes. Where stories live. Discover now