Capítulo 17

211 17 0
                                    



"Al final, las almas gemelas se encuentran porque tienen el mismo escondite".

-Robert Brault

Supongo que la vida esta compuesta por pequeños extractos de tiempo.

Pequeños momentos, pequeñas historias que escribimos, personas que amamos, dificultades que sobrepasamos.

Me gusta pensar que cada persona es cómo un jodido libro andante. A veces desean leer sus páginas una y otra vez, pero cuando suceden eventos desafortunados quisiera arrancar y hacer cómo si nunca existió ese capítulo.

Y los entendí, yo quería borrar cada capítulo en el que mi madre llegaba borracha y me humillaba.

Mi madre desde que tuvo uso de razón tuvo una manera muy peculiar de demostrar su amor. Supongo que esa fue la manera en que sus padres la quisieron, supongo que eso fue lo que aprendió.

Y no la juzgo, cada persona actúa de acuerdo a lo que aprendió y adquirió con en tiempo.

Pero hoy, ella había quebrado algo en nosotras.

No solo destruyó a las personas que sol mi familia, sino que también me lo hizo a mí.

Todas sus palabras se repetían en mi cabeza cómo una jodida daga, y sabía que Elika tenía razón, ella necesitaba ayuda, pero no la mía.

Ella necesitaba sanar sin destrozar a más personas en el proceso.

Después de todo lo que sucedió esta noche no pude si quiera hablar con Chase.

No podía seguir con él cuando mi corazón solo pensaba el idiota de mi mejor amigo. No era justo hacerle perder el tiempo con algo que realmente no funcionaría, y menos porque desde que ví a Elika durmiendo conmigo solo pensé en despertarlo y gritarle todo lo que sentía por él.

Gritarle que lo veo solo pienso en besarle, gritarle que disculpara por mi cobardía, y porque no pude confesarle que realmente siempre estuve enamorada de él, cómo él de mí.

—No tenemos que hablar de eso ahora.—aseguró Elika.

—Si, si tenemos.

Él parecía confundido por mi respuesta tan desesperada. Me levanté de su regazo para sentar y mirarle a los ojos.

—Ada, no, no tenemos que hablarlo. No importa, sé que no sientes lo mismo, y lo entiendo...

—¿Puedes hacer silencio y escucharme unos minutos?.—lo interrumpo.—Joder, no puedes simplemente pensar por mí, Elika yo te quiero y no sabría decirte desde hace cuanto lo hago, pero lo hago, y tú confesión solo hizo que mis ojos se abrieran ante ese querer.—en sus ojos podía ver su confusión, y lo entendía hasta yo estaba confundida de lo que estaba sucediendo en estos momentos.—Yo te quiero Elika.

—Y yo lo sé, Hada.—me interrumpió y yo lo fulminé con la mirada, tenía que dejarme terminar.

—No, no lo sabes. Elika yo te quiero para poder pensar en un maldito futuro a tu lado, Elika te quiero para besarte cada que desee, te quiero cómo nunca había querido a una persona.

Sus ojos se abrieron cómo platos, no sabía exactamente qué significaba esa reacción.

—Pero...—sus ojos se apagaron de nuevo.—¿Chase?

No me sueltes. Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora