No me sueltes.

Capítulo 14

"Soy una persona anticuada que cree que leer libros es el pasatiempo
más hermoso que ha creado la humanidad".

-Wislawa Szymborska

Elika.

Mi padre solía contarme la historia de amor de mi madre y él, una historia que todos quisiéramos vivir.

Ese amor que conoces desde que eres un crío y piensas que te casarás con ella, mi padre pensó que viviría todo una eternidad junto a mi madre.

Siempre me imagino que tal vez en otro universo ella nunca se fue, que puedo seguir escuchando su voz, que ella en algún momento volverá a emocionarse al escucharme decir que la amaba.

No hay un miembro que no deje de pensar en ella,

Algunas veces pienso que solo fue a unas vacaciones, qué tal vez solo, tal vez se retrasó su vuelo y en cualquier momento tocara la puerta de mi habitación y dirá que todo estaba bien, sólo fue un mal sueño.

Pero supongo que el destino y universo siempre tiene planes diferentes para cada persona, no siempre es lo que deseas o quieres la mayor parte del tiempo es lo que te toca vivir.

Supongo que en otra vida ellos podrán reencontrarse, supongo que en otro universo si seríamos una familia completa, supongo que en otra universo aún puedo decirle que la amo.

Sigo recordando la primera vez que vine a visitarla...

Flashback:

—¿Crees que mi mami le gusten estás flores?

Le enseñó el ramo que llevo en mis manos, mi padre me dejó que las escogiera aunque cada que escogía orquídeas bufaba.

—Esas... esas estoy seguro que le gustarán.—aseguro con una sonrisa no muy sincera.—La anciana maldit...—volteó hacía mi padre y lo fulminó con la mirada él vuelve a sonreí y corrige.—Tu abuela lleno todo el jardín de su casa con esas flores, ella asegura que eran las favoritas de tu madre.

Si, ahora las recuerdo, recuerdo que tiene cientos de ella, y cuando una muere vuelva a plantarlas, y siempre planta muchas en cada lugar de la casa.

—Supongo que es un recordatorio,de que una parte de Aurora estará con ella.—mencionó mi padre y su mirada se veía vacía mientras lo decía.

Me gustaría saber porque mi padre la mayoría del tiempo queda absorto en sus pensamientos, o porque siempre se le ve una mirada vacía.

Cuando le preguntó a tío Lucas siempre me responde que solo son temas de adultos, y que en ocasiones estamos cargados con tantas cosas que solemos dispersarnos.

Supongo que cuando sea grande lo entenderé.

A lo lejos veo muchas grandes rocas, todas tienen cosas grabadas, aun no sabía leer, pero mi padre me ayudaba, aunque no creo que debería leer eso, algunas personas están llorando en esas rocas.

Al llegar a nuestra roca, habían unas flores iguales a las que traía en mi mano, estoy segura que mi abuela vino a dejarlas.

Subo la mirada hacía mi padre y el asiente con la cabeza, caminé hacia donde se encontraban las otras flores y a un lado coloqué las mías.

—Mami, mi padre dice que estás son tus favoritas, así que puedes regañarlo si no lo son.—sonreí, aunque no sabía exactamente que estaba haciendo.

Mi padre antes de venir me explico que al lugar donde íbamos, podría hablar con mi madre, que aunque pareciera que no es así ella me escucharía, ella estaría atenta a casa palabra que dijese.