*Diez. •Erecciones y confeciones. •

28.3K 1.3K 199
                                    

-Umm, Ashton. -dije mientras trataba de alejarme del cuerpo de Ashton, sintiéndome tan malditamente incomoda al sentir algo duro contra mi espalda.

Cerré mis ojos y traté de alejar todos los pensamientos, ni siquiera quería saber que parte del cuerpo de Ashton estaba presionando mi espalda. Había estado encerrada con él antes, pero no es un espacio tan limitado. Traté de moverme a la izquierda, queriendo evadirlo y encontrar más espacio.

-No me estás ayudando, cariño. -gruñó Ashton mientras se movía un poco. Inmediatamente, dejé de moverme y respiré profundamente, sintiéndome tan confundida por lo que había dicho.

-Perdón, sólo voy a moverme un poco más. -susurré, casi olvidando que estábamos en este diminuto espacio por el papá de Ashton, aunque en realidad no tenía ni idea de por que.  Me moví ligeramente al lado opuesto de Ashton y como la gran inadaptada que soy, tropecé con una caja de zapatos.

-¡Por el amor de Dios! Acabó de comprarlos. -gruñó Ashton mientras trataba de recoger los zapatos y se recargaba en mi cuerpo, que por cierto, estaba tirado en el piso.

No me gustaba estar tirada mientras Ashton me usaba como tapete mientras decidía hacer una pequeña limpieza de armario. Intenté levantarme, pero me dí cuenta de que no había manera de conseguirlo sin tirar toda la ropa de Ashton, así que decidí simplemente hincarme sobre mis rodillas.

Miré a Ashton, bueno, lo poco que podía ver en esta oscuridad, él estaba alejando la caja de zapatos de mí mientras gruñía, era obvio que estaba enojado. Bueno, seamos honesto, no era nada nuevo, siempre estaba enojado. Mientras Ashton se movía una vez más, sentí como su pie chocó contra mi rodilla, mientras él caía sobre  mí, haciéndome sentir como si mi rodilla se rompiera en mil pedazos.

-Mi rodilla, Ashton. -gruñí mientras trataba de quitarlo encima de mí.

-Mi jodido cuerpo entero, Lacey. -gruñó Ashton en un susurro un poco alto, pero sin preocuparse por pararse de mi pierna.

-Sólo levántate. -demandé, desdoblando mis rodillas y obligándolo a quitarse de encima.

Ashton suspiró agresivamente mientras se levantaba por completo de mi rodilla, ocasionando que esta crujiera ante el proceso. Después de eso, se echó a mi lado, mientras observaba a su alrededor. Fruncí mi ceñó cuando vi su expresión de horror.

-¡Mierda! Mira eso. -casi gritó mientras ponía su codo frente a mi cara. Pasé mi vista desde sus masculinos bellos del brazo hasta su codo, el cual... ¿sangraba? Su herida era del mismo tamaño que un grano de arroz.

Resoplé en respuesta mientras de un empujón alejaba su brazo, él seguía observando con horror su diminuta cortada. Yo sólo me disparaba mentalmente, prefería hacerlo, antes que permanecer aquí un momento más.

Esto era raro, era por el hecho de que siempre me imaginé la vida perfecta de Ashton, pero ahora estaba en su casa, encerrada en un armario para evitar a su padre, era muy bizarro.

Me debatía por una pregunta, tenía que hacerlo. Y si iba a estar encerrada las próximas dos horas con Ashton, tendría que saber, por lo menos, por que estábamos aquí.

-¿Por qué estamos aquí, Ashton? -lo miré lentamente. De hecho, podría asegurar que Ashton no me contestaría.

-Porque tenemos que. -gruñó Ashton mientras seguía observando su codo. Una vez que se dio cuenta de que lo seguía observando, esperando una respuesta de verdad bajó sus brazos y rodó los ojos. -No quiero verlo.

Bueno, siendo sincera no me sorprendía. Ashton lucía tan entusiasmado con la idea de que su padre se apareciera en el juego, pero no lo hizo.

-¡Wow! Debió haber hecho algo muy grave para que prefirieras pasar tres horas encerrado en el closet conmigo en vez de sólo decirle "hola".- dije, pero me paré rápidamente cuando Ashton me dio una mirada de odio. Bueno, estaba oscuro, pero juraría que pude ver como sus ojos brillaban de furia y tal vez un poco de tristeza.

Educación Sexual. ♥Ashton Irwin♥ *Editada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora