* Ocho.

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En cuanto entré en la escuela, miré curiosa como todos llevaban una bandera o pancartas y además, corrían como locos. Entonces, recordé que hoy era el día del Gran partido de fútbol, el que todos habían estado esperando.

Ashton se las había arreglado para reclamar su puesto como capitán después de que Michael se lastimara el tobillo ayer en el entrenamiento... típico. Ashton siempre encontraba la manera de obtener lo que quería, podía asegurar que el daño de Michael no había sido "accidental." Que coincidencia que Michael "tropezó" con el pie de Ashton, era increíble como la gente de esta escuela podía ser tan crédula. Ashton jamás se preocuparía por el bien de Michael, sólo se preocupaba por si mismo.

La mañana transcurrió con todos, absolutamente todos hablando sobre el partido en cada clase, inclusive, el profesor de inglés había hecho una pausa en la clase para discutir en el evento de esta noche. El equipo de fútbol caminaba por toda la escuela como si fuesen príncipes, y Ashton liderando como si fuese el rey. Era algo perturbador de ver, para ser honesta.

Usualmente no atendía los eventos deportivos. Ni siquiera entendía el concepto ni nada de fútbol, pero por desgracia, esta noche, tendría que atender la cosa esa del agua. Y el señor Raye me había dicho que también tenía que limpiar el vestidor de los chicos después del juego ( y luego me gritó que su esposa pensaba que estaba demasiado gordo) ¿Por qué no podía tener maestros gruñones y aburridos como todos? Mi mamá se emocionó mucho cuando le dije que saldría esta noche, ya que siempre me quedaba en el sofá viendo maratones de Teen Wolf y Pretty Little Liars.

Hice mi camino a través de los vacíos corredores del gimnasio, todos se encontraban ya en el campo, y yo me disponía a unirme a ellos. Mientras caminaba, la mascota la escuela (Henry el Hámster) pasó corriendo a mi lado. No entendía porque la escuela había decidido tener a un Hámster como mascota. Era como... ¡Wow! Asustaremos al equipo contrario con nuestro gran y amigable... Hámster.

Las gradas que rodeaban al campo estaban bastante llenas y el equipo ya se encontraba calentando bajo la ligera luz del sol. Visualicé a Ashton, y la verdad es que no era difícil, ya que era el único chico que se encontraba calentando sin playera. Sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas, su boca estaba ligeramente abierta mientras inhalaba y exhalaba, y sus músculos se tensaban ante cualquier movimiento que hacía. Su cabello caía por su frente y su pecho se elevaba y contraía.

Era hermosísimo.

Desvié mi mirada cuando escuché el grito del señor Raye hacia los chicos. Me giré rápidamente por la intensidad del grito, y noté que el señor Raye estaba parado justo detrás de mi, gritándole nuevamente a los chicos y cargando unas cajas de agua. Este se paró delante de mi y tiró las pesadas cajas en mis manos, sin ningún cuidado.

-Siéntate en algún lado, reparte el agua, y no quiero nada de coqueteo con mis chicos. -me ordenó y yo asentí rápidamente. De todas maneras, ni es como si tuviera que preocuparse por eso.

-No planeaba hacerlo.

-Te sorprendería la cantidad de embarazos que han sucedido en este campo. -gruñó el señor Raye. Había aprendido que cuando estabas cerca de este profesor era mucho mejor sólo mantener la boca cerrada y escuchar sus quejas.

-Qué lindo. -dije rápidamente mientras baja la vista a mis pies y esperaba a que el señor Raye fuera a mandar a alguien más.

-Bueno, al menos una persona en el mundo me aprecia. Desearía que mi esposa dejara de ver Game of Trones y me prestara atención. -volvió a gruñir y yo simplemente le seguí la corriente. -Como sea, sólo ve a hacer lo que te dije, no necesitas sentir lástima por mi.

-Bien. -dije antes de alejarme de allí.

-Oh, y, Lacey. -el señor Raye me llamó de vuelta. Me giré lentamente, para no voltear el agua. -Recuerda, el sexo causa muerte, así que no lo hagas.

Educación Sexual. ♥Ashton Irwin♥ *Editada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora