Capítulo 3.

1.3K 84 3
                                    


Daiana
Seis años después
12 Julio 2029
Roma‐Italia
24 años.

- ¡Dottore, la rianimazione è necessaria in fretta! "¡Doctora, se necesita una reanimación rápido" -grito Laly una de mis internas.

Corrí tan rápido a la sala de urgencias donde esta era necesaria, la maquina de RCP no se encontraba en el piso de urgencias por alguna tonta razón, así que me tocaría hacerlo como la vieja escuela.

Tras algunos minutos estar intentando por fin se pudo, un gran peso se quito de mi.

- Portalo in terapia intensiva, sarò lì presto. "Llevenlo a cuidados intensivos pronto estaré ahí" -ordene para aproximarme con mis internos.

- ¿Perché non hai praticato la rianimazione a Laly? "¿Por qué no hiciste el RCP Laly?" -Pregunte con claramente enojo en mi voz.

- Sono diventato molto nervoso dottore "Me puse muy nerviosa Doctora" - respondió angustiada.

- Sei un dottor Laly, non puoi innervosirti se il tuo paziente non muore "Eres una Doctora Laly, si te pones nerviosa tú paciente se muere" -dije ya más calmada.

Sabía que no tenía que ser dura con ellos pero aveces estos mismos me sacaban de quicio, no quería ser la mala ni mucho menos grosera pero como Doctor uno tiene que dejar muchos miedos si es que quieres triunfar en la carrera.

- Mi dispiace, non accadrà più "Lo siento, no se volverá a repetir" -me bajo la mirada lo cual era algo que odiaba. Detestaba que mis internos y cualquier otro Doctor bajo mi hospital tuviera miedo por otros.

- Non abbassare mai lo sguardo Laly, nemmeno di fronte a me "No bajes nunca la mirada Laly, ni siquiera ante mi" -ella subió la cara algo apenada.

- Nemmeno uno di voi disprezzi nessuno, non importa se i Medici o le persone sono più influenti. "Ni uno de ustedes baje la mirada ante nadie, no importa si ese Doctor o persona es mas influyente" -sentencie a todos mis internos a lo cual ellos asintieron la cabeza.

En mi hospital estaba prohibido las humillaciones o cualquiera muestra de debilidad ante otro o de poder ante otros. Todos aquí eramos Doctores y nadie aquí era mejor que otro. Todos somos iguales solo que con diferentes especialidades.

- Ci sentiamo più tardi, Laly "Después hablaremos mas tarde, Laly" -dije para irme a mi oficina.

Había sido un día muy pesado, dirigir y trabajar en un hospital era pesado pero por el amor que le tenía a mi trabajo mis ánimos se mantenían vivos. Al final era lo que siempre soñé, aunque yo quería mi hospital en otro país pero por algunas cosas termine aquí en Italia con uno de los mejores hospitales de todo el país y puedo decir que de Europa.

Abrí mi oficina y en ella se encontraba mi hermano Donovan el cual tenia ya tres meses sin verlo. La última vez que lo vi fue en una donación que hicimos junto con Diego.

- Fratello que bueno verte -dije para abrazarlo.

- Y dale con tu fratello -dijo riendo

- El idioma se pega y aparte me gusta como suena -lo guíe para los sillones que tenía.

- Ya veo Nina - aun pasando los años el Nina ya nadie se lo quitaba.

- A que se debe tu visita hermano -dije marcando la última palabra con una sonrisa.

Mi hermano no era de viajar mucho para venir a verme, solo venía por trabajo y algunas para ver como estaba pero fuera de ahí jamás venía.

- Vengo a dejarte esto -dijo para sacar un sobre negro con unas las iniciales en color dorado específicamente "D y Z".

Ya podía suponer de que se trataba este sobre tan elegante y tan estilo Donovan.

- ¡Vaya! Por fin se van a casar ustedes dos, ya te habías tardado. -termine de sacar la hermosa invitación.

Cuando me case mis invitaciones serán mas bonitas.

- Quise venir a darla personalmente, más que nada porque te la pasas 24/7 aquí a lo cual ya te deberías tomar un respiro. Ve con calma Nani.

Desde que abrí el hospital ne había quedado encadenada a el, ya hasta una habitación con cama tenia. Había soñado tanto con tener mi propio hospital que una vez que lo tuve no lo quise soltar nunca más y no me quejo ni nada porque se que es algo que me costo de muchas humillaciones y esfuerzo.

- Ya sé pero amo estar aquí y lo sabes - le dedique una sonrisa -pero deja de hablar de mi y mejor cuéntame de la boda.

- Se va a realizar en una tipo hacienda, apenas fui a invitar a toda nuestra familia de México por cierto la abuela te manda saludos.

Mi abuelita siempre tan linda, como la extrañaba mucho y aunque hablamos por video llamada de vez en cuando no era lo mismo a verla en persona. Al menos en la boda la vería ya.

- Me da mucho gusto por ti Donald.

- Gracias, la verdad es que estoy muy nervioso y en verdad espero que estés ahí -dijo viéndome con unos ojos tan brillantes.

- Jamás me perdería tu boda, ahí estaré y muchas gracias. -lo abrace tan fuerte como pude. Lo extrañaba demasiado.

- Me gustaría llevarte a cenar pero también tengo un hospital que atender y no me puedo permitir mas faltas -me dio un beso en mi frente y se encamino a la puerta.

- Ten un buen viaje, te quiero mucho -dije dándole un último abrazo.

- Promete que te vas a cuidar mucho, también ya duerme y come te lo pido de corazón Nani -dijo viéndome serio.

Puede que también me haya olvidado de mi sueño y alguna que otra comida, con tantas cosas se me olvidaba por completo.

- Esta bien te lo prometo

- Por el meñique, si no voy a llamar a todo el clan para que venga a verte y cuidarte -dijo riendo, el clan eran mis hermanos. Siempre que pasaba algo ellos venían a verme y me cuidaban.

Se volvió costumbre viajar solo para cuidar de un D'angelo.

- Esta bien lo prometo por el dedo meñique -le di mi dedo para cerrar la promesa.

- Bueno, me voy hermanita y acuérdate que te quiero mucho y también acuérdate que eres una D'angelo y acuérdate que los D'angelo jamas se rinden -dijimos juntos lo último.

Los D'angelo jamás se rinden, fue la oración que creamos todos para darnos ánimos. Una frase corta pero con mucho peso y valor en ella.

Sin más mi hermano salió de mi oficina, tome mis cosas y me dispuse a irme a mi casa la cual desde hace mucho deje de sentir como tal.

Tenía días que no estaba en ella y eso la hacía sentir sola, aunque con la compañía de doña Rosy no estaba del todo mal.

Una vez en casa me fui a bañar para poder ir a comer algo. Esta vez Doña Rosy dejo en hecho una pasta deliciosa, así que solo la calenté y cene. Una vez termine me fui acostar.

Tanto era mi cansancio que solo apague mi teléfono y me quede profundamente dormida.

Por fin estaba descansando.


//////////
No se olviden seguirme en redes sociales para estar mejor conectados.
Ig: fatimaajuarez y keilajatziry9
Tiktok: keilajatziry
Nos vemos en el próximo capítulo.

Por mi Instagram les deje una foto de como me imagino a Daiana de Doctora para que vayan a verla y de paso a seguirme en mis dos cuentas.

También por tiktok les deje algunos spoilers.

Fin Del Partido Where stories live. Discover now