Capítulo 8.

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Seis años antes.
Daiana.

— Nani es hora de abordar —hablo mi prima Rita sacándome del trance.

— Perdón no escuche —tome la pequeña maleta que tenia y seguí a Rita para empezar abordar.

— Oye no todo es malo, llegando a Italia le puedes marcar y contar todo lo que paso —tomamos nuestros asientos correspondientes.

— No creo poder hacer eso y no creo que me perdone —las lágrimas se quería empezar a salir pero mi orgullo no lo permitía, no quería que nadie me viera llorar. No quería ser débil.

— Vamos Nani es Zac del quien hablamos, no te trates de engañar pensando que no te perdonaría. Vi como te ve y puedo decir que te ama demasiado. — aunque no lo quiera aceptar Rita tiene razón, Zac me perdonaría y también se que viajaría hasta Italia para arreglar las cosas.

— Probablemente le llame, no lo sé yo tengo muchas cosas en la cabeza —y de nuevo estaba siendo cobarde, por mucho amor que le tenga a Zac no podría aguantar otra decepción a futuro por eso era mejor terminar los lazos ahorita que se me estaba presentando esta oportunidad.

— Se que no le llamaras y pues eres mi primita te apoyare con tu decisión.

Durante el vuelo no hablamos mucho y cuando hablamos fue sobre como era la casa de Rita ya que me quedaría en su casa y no en la de su mamá mi tía. Rita se había ofrecido a ir por mi a Canadá y darme hospedaje en su casa. Fue una gran ayuda poder estar con mi prima ya que se que me entenderá mejor.

Después de unas largas horas ya estábamos rumbo a casa de Rita, mejor dicho mi próximo hogar.

Rumbo a la casa de Rita la vista fue espectacular, quedé enamorada de Italia. Tenía tanta belleza, cultura y muchos paisajes bonitos que me hacían tener algo positivo dentro de mí. 

Tal vez y no todo sería malo.

— Listo llegamos principessa, bajemos las maletas. — Como era de esperarse Rita vivía en departamentos muy lujosos, tenía gustos caros mi prima y muy buenos.

Y yo que me esperaba una casa de un piso como las que vi de camino acá pero no me quejo, se que el apartamento de Rita puede tener muchas sorpresas.

— Ya sé lo que estas pensando, prefiero los apartamentos que una casa propia y la verdad me gusta mucho como lo decore. —bajamos mis maletas que tenía para adentrarnos en el edificio.

Al entrar el piso era todo negro y los grandes cristales hacían que se viera muy iluminado todo, una sala de espera de cuero estaba en la izquierda y por la derecha estaba la recepción donde se encontraban dos señoritas muy sonrientes.

— Ciao ragazze sono qui "Hola niñas ya estoy aquí" —hablo Rita acercándose a ellas, había estudiado un poco de Italiano desde que me dijeron que vendría para Italia. No era muy bueno pero entendía un poco.

— Vi presento Daiana mia cugina, ora vivrà con me "Les presento a Daiana mi prima, ahora vivirá conmigo" —solo entendí que me estaba presentando lo demás lo deje de escuchar cuando salio un chico del elevador.

Era muy alto, vestía un pantalón blanco tipo de chandal con una camisa rosa con dos botones de arriba sueltos y por último unos tenis blancos. Tenía la cara fina y su mandíbula marcada, su cabello era castaño el cual esta cortado y peinado tipo libro. Sus cejas era pobladas, su nariz era muy recta y sus ojos eran verdes claros.

El verlo me recordó totalmente a Izac, eran idénticos solo que cambiaba sus ojos y que este tenía más claro sus cabello. Dios mio donde me vine a meter.

— ¡Nani! Saluda a la chicas —grito Rita para hacer que quitara mis ojos del chico.

— Scusa, sono Daiana ma chiamami Nani —les ofrecí mi mano en modo de saludo a lo que ellas la tomaron.

Fin Del Partido Where stories live. Discover now