5 Calaveras y rosas 🔥🔥

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—¿Eso es todo?

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—¿Eso es todo?

—Sí, Sr. Morgan. Bienvenido a la compañía. Esta es su casa a partir de ahora.

Bryce Morgan estaba en calma esa noche después de varias semanas de trabajo, dudas y negociaciones. Las palabras de bienvenida de sus nuevos socios fueron música para sus oídos cansados. Los negocios en Tanzania en el mercado de diamantes estaban dando excelentes frutos. Estaban dentro, después de innumerables obstáculos, idas y venidas habían logrado el objetivo. Su padre estaba muy feliz, al menos lo parecía. Bryce ya no sabía qué pensar acerca de él, era un hombre impredecible. Mucho más que él en ocasiones.

—Papá, los Callums...

—Esto es nuestro, hijo. Ellos perdieron esta vez, es tu logro. Felicitaciones.

Bryce pensó mucho en su padre desde las primeras horas de la tarde cuando tuvo oportunidad de hablar con él.

«Ellos perdieron esta vez».

Era una frase más que contradictoria viniendo de su padre, ya que, según él, los Callums nunca perdían, solo se acomodaban y tomaban fuerza para darte una estocada mejor.

Bryce lo notó confiado, como si supiera que tenía las de ganar de antemano. Los Callums tenían numerosos contratos y negocios en África, uno de ellos era el relacionado al mercado de diamantes. Un negocio en donde los Morgan ahora también estarían.

La empresa había recibido una oferta suculenta para la fusión de esta junto al imperio de los Callums, sin embargo, sus dueños actuales no estaban muy convencidos de querer tener como propietarios a personas como Theodor Callum que más de un dolor de cabeza les había causado.

Río Morgan, el padre de Bryce fue astuto, hizo la oferta para ingresar como accionista en el momento justo y no solo eso, compró las acciones de varios accionistas minoritarios, lo que le daba un papel preponderante ahora. Había que tener cuidado, más que nunca los enemigos estarían molestos. Bryce sentía que ellos mismos estaban rompiendo el pacto de paz que Río le ofreció a Theodor tiempo atrás.

Era una ironía, a Bryce le llamaban el demonio, pero a veces, era el que más conciencia tenía de todos.

«El limbo».

Bryce bebió del Martini mientras estaba en la barra de la discoteca de la cual su padre era propietario desde hacía diez años. El nombre lo había elegido él mismo, el limbo era un buen lugar para buscar redención o un sitio entre los dos mundos. Fugarse de la realidad por horas, rendirse al placer visual y porque no, también sexual. Todo era válido en el limbo, esa era la atmósfera que se respiraba.

—Pero miren a quién tenemos aquí.

Bryce se humedeció los labios cuando la rubia de curvas pronunciadas envuelta en un vestido de cuero negro y tacones dio pasos hacia él y colocó sus brazos alrededor del cuello.

Sangre y Cenizas (bilogía SYC) Romance hetero y gay +18Where stories live. Discover now