Fiesta I

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Gala

Sigo llorando por mi mano herida, golpeé a Simón por impulso, no me gustó su tono de voz al hablarme o llamarme enferma.

¿Lo soy? Posiblemente ¿Me importa? No, lo que demás piensen de mi me da igual. Nada les viene bien, por más amable que uno sea.

- ¿Sigue doliendo, bebé? - daddy Jerome trae una bolsa de hielo y la coloca sobre mi mano.

- S....si daddy- me arde mucho y hasta los huesos me duelen.

Daddy Steven besa mis nudillos. Me sonríe de una forma tranquilizadora y se sienta a mi lado acomodando su brazo alrededor de mi cintura.

- Ponte hielo para detener un poco el dolor y evitar la hinchazón- mis otros Daddy's también están cerca mirando como lloro.

Parezco una niña, no una adulta.

- Gala, lo que viste allí abajo es lo que somos, seres sin corazón que no dudan en herir o matar a aquellos que lastiman a los que amamos, y tú, amore de mi vida eres la luz de nuestro oscuro camino- Luck me besa la frente. La preocupación es palpable en su rostro, esperando alguna reacción mía.

Admito que tengo miedo, mucho, pero por alguna razón estoy segura de que no harán daño. Por otro lado, la seguridad que me proveen me hace feliz y tranquila.

Los doce esperan pacientemente por mi respuesta, unos parecen más preocupados que otros. Me conmueve el que deseen saber mi opinión. Inspiro hondo y digo lo que tanto esperan.

- No me molesta, es decir, fue sorpresivo bajar para saludarlos y verlos con sus manos ensangrentadas torturando a alguien que resulta ser mi compañero de clase es inesperado – noté los peligroso que son - No los juzgo, porque no soy nadie para hacerlo – es bueno saber que estoy del lado correcto - No se preocupen- suspiran un poco aliviados.

- Bebé, no vuelvas a decir que no eres nadie para juzgarnos. Esperamos mucho tiempo por ti, si algo no te gusta o se te hace incómodo puedes decirlo y prometo que haremos lo posible por cambiarlo- daddy Ivar se adelanta un poco y acaricia mi cabello.

Cada toque o palabra dulce me hace sentir especial. Quiero ser especial para ellos.

- Por eso mismo una de las tantas reglas que tienes es que debes ser siempre sincera, decirnos aquello que perturbe tu mente o hiera tus sentimientos- León sigue con la mirada baja, fue a quien encontré con las manos en la masa.

- Algunos somos relativamente nuevos en las relaciones DDlg, aprendemos sobre la marcha y por eso nuestra conducta o forma de actuar contigo es diferente – eso lo leí en uno de mis libros eróticos favoritos - No pedimos opiniones, solo actuamos y ahí es donde ese carácter tuyo debe estar presente- me avergüenzo de como actué delante de ellos, no controlé mi enojo y fui maleducada con mi daddy.

- Mi erección crece cada vez que lo recuerdo. Te ves fogosa cuando te enojas- daddy Iker colabora más a mi sonrojo.

- N....no debí responder como lo hice y lo lamento, pero quería saber porque deseaba hacerme daño- mi cuerpo se tensa al recodar la hambrienta mirada de Simón.

- Y tu castigo espera por ti, hiciste mal y por eso debes pagar las consecuencias. Sin embargo, entendemos, fuiste buena con quien no tenías que serlo y no lo sabias- como siempre daddy Alex siendo el menos flexible.

Me hago pequeña en el enorme sillón al escuchar que tendré mi castigo, no esperaba que me dieran uno.

- ¿Lo matarán? - sé que sí, pero necesito que lo digan.

- Si, cuando nos cansemos de jugar con él- daddy Iker sonríe de forma espeluznante.

Esa sonrisa mojó mis bragas. Hay algo mal en mi cerebro.

Daddy's ClubWhere stories live. Discover now