HOY: UNA TEORÍA SOBRE EL TIEMPO

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—¡Quiero sangre negra!

—¿A quién le decís negra?— Tefi estaba indignada.

Feli negó —No, sangre negra, afro. ¡Vamos!

—Feli, ¿es idea mía o estás muy energética?

—Sí, Valentitis, la música me pone así.

Asentí con una pequeña sonrisa y traté de seguirla. Thiago me tomó de las manos y tratamos de seguir juntos a Feli con la coreo que se armaba. Melody le dió una mirada corta a Thiago y una de irritación a mí por bailar con él. ¿Se creía su dueña? Pues no lo era y se tendría que acostumbrar a verme con él así porque era mi amigo.

Llegado un punto de la canción, Feli nos indicó que teníamos que hacer un túnel con nuestro brazos. El túnel empezó con Thiago y conmigo y todos reímos mientras cada pareja de baile iba pasando.

No sabía por qué, pero sentía una energía fuerte en el salón, entré nosotros. Entonces lo vi. Cuando me giré para vernos en el espejo vi al mismo señor que se me apareció cuando estaba en el hospital. Vestía de blanco y bailaba entre nosotros con alegría.

Cuando giré para ver donde se suponía que estaba, no lo vi más, pero al regresar la mirada al espejo lo volví a ver. ¿Me estaría volviendo loca? Los demás, seguían bailando como si nada. Tallé mis ojos y me miré en el espejo. Entonces, aquel hombre me vió y me quedé aún más helada.

—¿Valentina?

Pegué un brinco y giré mi rostro. Thiago me miró y miró al espejo con el ceño fruncido.

—¿Todo bien?

¿Entonces él no lo veía? ¡Estaba volviéndome loca!

—¿Qué? Sí, sí, sí, todo bien, todo bien. Es que... me acordé que tenía que... que... llamar a mamá y... no quiero que se enfade conmigo— mentí.

Asintió —Ah, pero andá y llamala. Yo te cubro aquí con Feli.

—Sí... gracias.

Thiago me sonrió y volvió a juntarse con los chicos que seguían bailando. Miré al espejo otra vez y vi a aquel señor de blanco bailar entre los chicos con la mayor de las alegrías. ¿Por qué nadie podía verlo y quién era realmente? Tenía que salir del salón.

Sin que Feli se de cuenta, comencé a alejarme y me detuve en el pasillo, sintiéndome mareada. Todo es tan irreal. Me metí al baño rápidamente y mojé con las manos temblorosas mi rostro. Él existía, no solo en mis sueños, era real, pero al mismo tiempo no lo era. ¿Sería un fantasma?

El sonido de mi celular me hizo dar otro brinco, era obvio que aún estaba sensible. Saqué de mi bolsillo mi móvil y me relajé al ver que se trataba de Simón.

—Mi amor.

—Hey— respondí, llevando una mano a mi frente y soltando un suspiro —¿Todo bien?

—Sí, todo bien. Estoy en el parque con Sole y... me preguntaba si vos querrías venir con nosotros.

Salir de aquí era algo que necesitaba con urgencia.

—Me encantaría— respondí —¿En dónde están?

—¿Te acordás del parque dónde estuvimos la otra vez? El que tiene juegos.

Asentí, aunque el no podía verme —Sí, me acuerdo. Entonces los veo allá.

—Dale, te esperamos.

Midnights ✨ || Casi ÁngelesWhere stories live. Discover now