𝐌𝐄𝐓𝐊𝐀𝐘𝐈𝐍𝐀ᵏˢ

34. I HAVE COME FOR YOU, AZAY

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-Trata de no soltarte

Me aferré al cinturón de Ao'nung con fuerza, luego le dediqué una mirada cargada de ironía -No lo haré

Asintió y dijo en un suspiro -Bien

-Chicos no se separen, quédense aquí

Movieron sus cabezas en un asentimiento, estábamos a punto de sumergirnos en el Ilu de Ao'nung el cual había vuelto cuando la voz de Kiri llamó mi atención.

-Azay

Voltee esperando a que hablara, pero en el instante en que lo hice fuí jalada de mi ropa hacia abajo.

-Vuelve conmigo, si? -Pidió en un susurro a solo centímetros de mi rostro, con su semblante angustiante

Sonreí de lado -Volveré por tí

Y en un segundo había chocado sus labios contra los míos, en un beso suave e intenso.
Fue un corto beso, pero lleno de emociones.
Nos separamos cuando oímos el carraspeo de Rotxo detrás de ella

-Cumple tu promesa, tienes que cumplir tu promesa y volver por mí

No le dije nada, no sé por qué no dije nada.
Quería decirle algo pero las palabras quedaron atoradas en mi garganta.
Simplemente no salieron

-Vamonos -Palmeé su abdomen indicándole que nos vallamos

-Rotxo -El mencionado se acercó a nosotros cuando Ao'nung terminó de pronunciar su nombre -Mantente a salvo

Asintió mientras palmeaba el costado del Ilu, este se sumergió y nosotros con él.
Nos escondimos entre las plantas cuando una de esas máquinas submarinas pasaron a unos metros de distancia.
Compartimos miradas cuando esta se alejó lo suficiente como para que podamos nadar hasta dentro de un coral

Esperamos ahí dentro hasta que ya no vimos más luces a nuestro alrededor.

Este era el plan:
Iría con Ao'nung a la orilla de la arboleda en nuestra isla, la cual es la orilla más cercana a dónde nos encontrábamos anteriormente con Kiri y Rotxo.
Una vez allí tendríamos que correr hasta nuestro pueblo y advertirles a los Metkayina sobre el acercamiento de las personas del cielo.

Mientras Kiri y Rotxo se mantenían a salvo, escondidos. Luego intentaríamos encontrar al resto de nuestros amigos.

Estábamos a unos metros de llegar al arrecife, comencé a tronar los dedos de mis manos y pies para saltar sobre las barreras que dividían el arrecife del mar abierto.

Y lo logré, logré caer sobre las rocas sin lastimarme
Voltee para llamar a Ao'nung, sin embargo lo que ví me aterró por completo.

Dos Ikranes sosteniendo una red recién sacada del agua
Con Tsireya y Tuk dentro, y Lo'ak aferrandose a ella.

-Tsireya! -Llamó Ao'nung aterrado

-Hay que volver! -Exclamé lo primero que se me vino a la mente -Se los llevaron!

Volteó hacia mí -Yo volveré! Tu tienes que llamar a los guerreros

Iba a oponerme con quejas, pero decidí que era mejor asentir antes de decirle que tuviera cuidado

-Ve con Kiri y Rotxo, los buscaré con los guerreros!

Me lancé al agua mientras llamaba a cualquier Ilu que esté cerca.
Al instante llegó uno y no tardé en montarme en su lomo sin montura.