32. RIDICULOUS

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Estaba caminando hacia el cuarto en dónde estaba Kennay, el cual creí que se encontraba descansando.
Cracio error, estaba despierto mientras miraba los dibujos que hacíamos cuando éramos niños.

Me quedé inmóvil en lo que sería la entrada a su pequeño espacio metálico, observando sus expresiones y cada detalle de si mismo.

La cicatriz que compartíamos se veía más grande en su rostro, su cortada fue más profunda de lo que fue la mía en algún momento. Tenía sus orejas hacia atrás, pegadas al cráneo, melancólico y con una pequeña sonrisita en su maduro rostro, digno de un hombre que logró vivir 26 años en el estado que ocupaba hace apenas dos días.

Había recuperado su color, ese color que caracteriza a los Metkayina de entre los clanes de tierra, ya no era tan pálido.
Noté que sus bolsas bajo los ojos habían desaparecido, lo cual me tranquilizó ya que eso significa que ah logrado descansar bien y sin preocupaciones.

-Quieres dejar de espiarme?

Su voz me sacó del trance en el que me encontraba hace apenas un segundo

-No te espiaba

Mi miró con seriamente -Si tuviera que adivinar diría que me estabas espiando

Rodé los ojos con diversión y me acerque hasta sentarme a su lado, fijando mi mirada en la suya -Aun no puedo creer que hace apenas dos meses yo te odiaba

Una pequeña sonrisa de lado comenzó a crecer en su rostro, y es que no mentía.
Hace dos meses el se había presentada en casa, el mismo Kennay el cual creí nos había abandonado. Pero el tenía que buscar una oportunidad para poder vivir. Y ahora aquí estaba, quemandome por el, quemando mi alma y mente intentando hacer cenizas los malos y erróneos pensamientos que tenía hacia el.

-No puedes odiarme para siempre -Dijo con un toque de diversión para luego señalar la puerta con un movimiento de cabeza -Y si no quieres que yo te odie a ti mejor tráeme algo para comer, Ma'ehya no me alimenta hace dos horas... Hay por Eywa, y se hace llamar nuestra madre

Negó con la cabeza gacha, fingiendo decepción, volví a rodar los ojos y tomé una de sus cestas para salir por la puerta, pero pare mis pasos cuando recordé: -Tengo que elegir algo bonito para mañana

-Que sucede mañana? -Preguntó confundido

Lo miré indignada e imitando su falsa decepción -Olvidaste que mañana es el aniversario de nuestros padres?

Chasqueó sus dedos cerrando los ojos con fuerza -Si, tienes razón lo lamento... Es solo que el hecho de que volvieron a abrirme el pecho por segunda vez me hizo olvidar algunas cosas

Mi rostro se frunció en una mueca de comprensión -Tranquilo, solo bromeaba...

El doctor Dawson entró a la caja metálica gigantesca en la que estábamos -Oh disculpen, pero tengo que cambiar sus vendajes y hacerles unas pruebas rápidas

-No se preocupe doctor, ya me iba

-Oye no olvides-

Lo interrumpí cuando mencioné lo siguiente: -Si si, traeré tus frutas -Tiré mi cabeza hacia atrás mostrando cansancio
-Solo comes

Salí del lugar antes de dejarlo soltar un insulto, sabía que el meterse con la comida lo ponía como una mujer embarazada, no por la manera en la que come, sino por el hecho de que se ponía a la defensiva ante todo, y con "todo" me refiero a cualquier cosa que entre en la categoría de comestibles.

𝐌𝐄𝐓𝐊𝐀𝐘𝐈𝐍𝐀ᵏˢTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon