40. SOULMATES

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La paz que habitaba en el pueblo era inmensa. Nadie se preocupaba por los humanos, nadie corría cargando armas hacia el agua, nadie temía a morir hoy en manos de las personas del cielo porque ya no tenían que preocuparse por ellos.

Pero todos lloraban...
Lloraban porque habían perdido a alguien, o porque se habían perdido a si mismos

No era paz, era pesadez. El pueblo pesaba en los hombros de todos los habitantes de la isla. Padres, hijos, hermanos... Muertos, heridos, perdidos.
Todos habían perdido a alguien

Caminar sobre la arena recibiendo las miradas de todos sobre mí, al parecer mis dos amigos anunciaron mi muerte gritando a los cuatro vientos, agregando que de algún modo había vuelto a la vida.

Detrás de mí venían mis padres y hermano, los dos mayores apoyaban sus manos en mis hombros con suavidad mientras nos acercabamos hacia los líderes del clan, quiénes al verme parada frente a ellos se asombraron.

Con cada paso que daba me sentía de algún modo más protegida, me sentía bien y feliz de estar aquí en mi hogar. Rodeada de personas que quiero y me importan hasta las personas que más amo.
Faltaban algunas de ellas, se habían llevando gran parte de mí con ellos. Pero aún estaban aquí, sabía que... Están aquí

Sentía las manos tocar mi cuerpo leve y momentáneamente, las personas estaban sorprendidas, asombradas.
Un miembro del clan muere y vuelve a la vida caminando entre ellos, no es algo que se ve todos los eclipses

-Azay... -La Tsahik pronunció mi nombre en un murmullo mientras se acercaba hasta estar frente a mi y colocó sus palmas en mi mandíbula -Gran madre... ¿Que es esto? -Una pequeña sonrisa se formó en su rostro -Eres un milagro, poderosa guerrera

Una sonrisa no tardó en crecer en mi rostro.
Poderosa guerrera...
Toda mi vida he soñado con ser esa persona, por ser llamada y reconocida por ese nombre

-El milagro de la gran madre! Nuestra Azay, La poderosa guerrera! -Exclamó el Olo'eyktan fuertemente

Los gritos de celebración no tardaron en llenar el lugar, todos exclamando sus gritos agudos y característicos de los Na'vis.
Sonreí con lágrimas amenazando con escapar de mis ojos mientras observaba el hermoso panorama a mi alrededor. Mis amigos, padres y hermano acompañaban al pueblo con su celebración.
Entre todas las personas pude divisar a esa persona...

Kennay estaba allí parado entre la gente, gritando alegremente mientras sacudía su puño en el aire.
Al conectar nuestros ojos, sus manos fueron a su espalda mientras una sonrisa se formaba en su rostro acompañada de una expresión de orgullo y felicidad.
Cedió su cabeza levemente hacia abajo, dándome un pequeño asentimiento que correspondí antes de recibir un guiño de su parte.

-Azay!

El sonido de su voz me hizo voltear hacia atrás, en dónde ella corría rápidamente hacia mí entre toda la gente.
Mi corazón comenzó a acelerarse, mi cuerpo se relajó al tenerla allí.
Imité su acción y caminé rápidamente hacia ella

Se lanzó sobre mi en un abrazo, enganchando sus brazos en mi cuello mientras yo tomaba su espalda con mis manos, sus pies perdieron contacto con el suelo al momento en que nuestros cuerpos tuvieron contacto, sintiendo la calidez que estos se transmitían el uno al otro.

𝐌𝐄𝐓𝐊𝐀𝐘𝐈𝐍𝐀ᵏˢWhere stories live. Discover now