Capítulo 13: Un falso amor

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Siempre quise ser famosa, me encantaba el reconocimiento, me glorificaba con él, extasiada y excitada de su embriagadora presencia. Mi familia tiene dinero, al menos así es para mi hermano mayor, él es bastante serio y dominante, siendo educado para engrandecer a la familia, las expectativas para mí son iguales, quieren que me case con el hijo o hija omega de otra familia adinerada y hacer crecer la empresa, algo que jamás me llamó la atención, siempre siendo mala con aquellas cosas empresariales. Al contarle a mi familia mi deseo, estuvieron en completo desacuerdo, ser actriz era una pérdida de tiempo, así que decidí hacerlo por mi cuenta, sin ayuda de ellos, muy a pesar de que mi hermano me ayudaba un poco a no morir de hambre. Afortunadamente mi aspecto me ayudó en gran medida, conseguí papeles y me volví popular, aunque nunca tanto cómo deseaba, al menos una suma de seguidores importante llenaba mis cuentas en redes sociales, todos admirándome. ¿Qué puede ser mejor que eso? En vez de estar en una fría oficina, tenía el esplendor de ellos alabándome al igual que a una diosa. No obstante, nunca era suficiente, siempre habría alguien más talentoso y llamativo, por lo que no podía permitirlo. El dinero se acumulaba, a pesar de que nunca llegaría a ser tan abundante como el de la familia que me dio la espalda. Cuando finalmente conseguí tener un departamento de lujo y un gran coche, los trabajos se fueron reduciendo, pues había llegado finalmente alguien más talentoso o llamativo que yo. La chica era otra alfa, y al verla, estaba realmente furiosa. ¿Cómo es que esa niña imbécil podría ser más popular que yo? Simplemente era inconcebible.

-Serás su compañera en la siguiente película. -Dijo mi representante mientras yo me encontraba revisando mi móvil.

-No pienso entrar a una producción si esa niña va a opacarme.

-Desgraciadamente ella está de moda y tú no... Ya no más.

-Tengo una carrera de cinco años más que ella. ¡¿Cómo puede ella estar de moda?! ¡Es una novata!

-Pues la novata es muy solicitada y tú no has tenido otro llamado en casi un año. ¿Lo tomas o lo dejas?

Encanto, eso era lo que la chica tenía. Freen Sarocha era retraída y tímida, me sorprendía que fuera un alfa, su olor me decía que lo era, pero no su personalidad. Ella y yo teníamos que competir por el amor de un omega masculino. Fue un día cualquiera, me encontraba aburrida viendo mi teléfono, mientras la noticia de escándalos sobre famosos llenaba la pequeña pantalla. Era curioso que por un romance prohibido o con otra estrella, algunos desconocidos volvieran a ser tomados en cuenta. Miré a lo lejos a aquel intento de alfa y luego una idea apareció. ¿Qué tan polémico puede ser una relación de dos alfas, más si es una con esa chica estúpida que ahora es tan popular? Mi representante pensaba en lo mismo que yo, así que era fácil estar de acuerdo. Él deseaba dinero, yo ser tomada en cuenta.

- ¿Podrías con el control de daños? -Pregunté a mi representante que se tocaba distraídamente la barba incipiente de un mal afeitado. Era curioso que su ropa siempre fuera tan pulcra, pero no era muy bueno afeitándose.

- ¿Qué planeas hacer exactamente?

-Una cortina de humo, llamaremos la atención con una supuesta relación entre nosotras. Será suficiente para que me tomen en cuenta y podrás ganar también.

-Podría hacerlo. -Sonrió maliciosamente, aunque no me importaba, yo simplemente quería volver a ser la portada, no un suplemento.

Acercarme a la chica no fue tan difícil, ella me había dicho cuanto me admiraba. Era una ironía patética ser inspiración para quién me estaba arrebatando mi popularidad. El problema era simple, era muy difícil que otro alfa se enamorara de otro alfa, así que me acerqué sutilmente, fingí estar de acuerdo con cada uno de sus molestos pensamientos sobre lo fastidioso que era para ella figurar. Lo más irritante fue saber que ella misma no deseaba la popularidad, sólo la aceptó. Estábamos solas, era de noche y el cielo se veía bastante bien, por lo que la sujeté de los hombros desde atrás, para así poder susurrar en su oreja. Por los rubores que noté en ella, creí que era el momento justo. Demasiado fácil, demasiado tonta.

¡El Ship no puede hacerse realidad!Where stories live. Discover now