¡El Ship no puede hacerse realidad!

Capítulo 03: Empezando las grabaciones

No era la primera vez que Heidi me dejaba plantada, por lo que traté de recordarme de que ella era famosa y siempre estaba ocupada. Normalmente no aceptaría la invitación de una persona que no conocía, pero estaba deprimida y a ella yo le había pegado. Puede parecer un escenario absurdo, sacado del peor drama que encuentras en la televisión, el problema es cuando la ficción imita a la realidad y te das cuenta de que es más frecuente de lo que crees. Una chica sola y un grupo de imbéciles que no entienden que un no es un no. Lo gracioso fue ver a una alfa en esa situación, ella no era grande, ni intimidante, mucho menos fuerte. Una simple desconocida con buenas intenciones. Como omega, era siempre subestimada, pero no me importa, puedo defenderme sola, pero fue bueno ser defendida para variar. Me pregunté: Si Heidi estuviera aquí, ¿me defendería o nos defenderíamos juntas? Desgraciadamente nunca lo sabría, dado a que ella no tiene tiempo ni para una cita con su novia. a pesar de mi decepción, me había divertido, pues la persona a mi lado trataba de ser atenta y hacerme sonreír. Me sentí afortunada. No todos son tan agradables, así que me sentí mal por no preguntar su nombre antes de despedirnos. Ya en el primer día de grabación, íbamos a grabar algunas escenas por separado, la semana pasada habíamos grabado las canciones. Mi contacto con P´Freen no fue mucho, ella no era particularmente comunicativa, algo no demasiado sorprendente. La miré desde lejos, a ella la estaban maquillando para interpretar a Khum Sam. No importa que tanto la veía, ella es realmente bonita. Así que me armé de valor, pues pronto grabaríamos juntas y necesitábamos ser cercanas.

—Hola, P´Freen. —Saludé, ella ahora se encontraba sentada en una silla esperando a ser llamada, en su mano estaba el guion. P´Freen levantó el rostro e intenté sonreír lo mejor que pude. La verdad tampoco se me daba muy bien socializar. Me pone nerviosa. — ¿Puedo sentarme contigo? —Pregunté y ella asintió, por lo que tomé una silla y la acomodé al lado de la suya. —Ser la protagonista da miedo. ¿Cierto? Es mi primera vez.

—No es diferente a ser secundaria, sólo tienes más tiempo grabando y menos de descanso. —Respondió para mi sorpresa y me animé. ¡Ella estaba dispuesta a hablar conmigo!

—Pero… si no lo hacemos bien no tendrá éxito. ¿Verdad?

—Da igual si lo hacemos bien o no, todo es cuestión de promoción. Hay personas que lo hacen mal y sorprendentemente al público les gusta. —Volvió a responder con apatía. Estaba entrando esto en un iceberg, poniéndose realmente incómodo. Así no nos llevaríamos bien nunca.

— Vamos a grabar muchas escenas juntas, espero que nos llevemos bien.

   P´Freen se limitó a asentir y yo quería golpearme la cabeza. No era particularmente cerrada, pero tampoco era muy conversadora. Me pregunté si realmente podría haber química entre nosotras. Éste era mi sueño, deseaba ser buena y tener éxito, tal vez, cuando lo conseguías, la emoción no era la misma, si ese era el caso, realmente sería deprimente. Suspiré al escuchar mi nombre, me despedí de P´Freen y comenzamos a grabar algunas escenas en la que era la oficina de Khum Sam. No estoy muy metida en las cosas técnicas, pero grabar era como un rompecabezas. Primero grababas las escenas en algunos escenarios, para que más adelante se encargaran de la edición, colocando las piezas juntas. Eso podía ser realmente confuso. Cuando le tocó a ella, se veía mucho más hermosa con la ropa de Khum Sam, caminaba elegantemente con las gafas oscuras, su energía era completamente diferente y quedé fascinada. Realmente P´Freen actuaba muy bien. Era la primera escena en la que ellas se encontraban. No necesariamente tendría que ser así, podría ser hasta una escena del final del capítulo, pero el escenario y el guardarropa estaba predispuesto. Supongo que es mejor así, dado a que no estaba segura si podría con las escenas más importantes que teníamos juntas.

— ¿Eres la nueva empleada? —Preguntó Khum Sam con su energía arrolladora.

—Sí. —Dije apenas audiblemente y ella pareció respirar profundamente, como si mi perfume le molestara de alguna manera. La situación me pareció demasiado graciosa y no pude evitar reírme, escuchando que cortaban.  —Lo siento, lo siento. Es que… Es que es muy gracioso. ¿Quién hace eso a un empleado en la vida real?